FUENTE: Las Provincias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y toda la comunidad científica tienen estos días mucho trabajo extra a causa de la pandemia de coronavirus: deben realizar recomendaciones para frenar contagios, informar a la población, buscar contrarreloj una vacuna o fármacos que sirvan para tratar a los infectados. Y, por si fuera poco, deben luchar contra otro frente abierto: el peligro de los bulos y de los gurús pseudocientíficos que están surgiendo como setas al calor del miedo de la población. Algunos son simplemente inútiles, pero otros resultan hasta peligrosos para la salud. Porque, si algo hay que tener meridianamente claro, es que a día de hoy no existe una cura para el COVID-19 ni ningún compuesto o alimento que sirva para evitar el contagio o superar la enfermedad. Si buscamos en internet, encontraremos remedios caseros de lo más peregrino. Todos ellos sin fundamento. He aquí algunos de los más extendidos... e inservibles, según la Academia Española de Nutrición y Dietética y la OMS.
Prebióticos y probióticos
En las incursiones a los supermercados, los ciudadanos se han obsesionado por adquirir ingentes cantidades de papel higiénico, pero también productos lácteo con prebióticos o probióticos. Ya sabe, bífidus y todas esas cosas que suenan muy científicas. Así pretenden mantener su organismo preparado para luchar contra el coronavirus. La mayoría lo hacen con poca convicción ('por si acaso'), pero otros tienen fe ciega en estos productos. Error. «No existen pruebas de que los lácteos fermentados o los complementos de probióticos, prebióticos o simbióticos puedan ayudar, prevenir o disminuir el riesgo de infecciones en general», aseveran desde la Academia Española de Nutrición y Dietética.
Es cierto que algunos estudios ponen de manifiesto que en varios pacientes de COVID-19 se identificó disbiosis microbiana, es decir, que tenían la microbiota –la reserva de microorganismos que todos tenemos en nuestro cuerpo, la mayoría buenos– algo alterada, algo que cuando la gente está sana se intenta equilibrar con probióticos y prebióticos. Pero, en el caso del coronavirus, aumentar la ingesta de estos productos no parece ser útil. Al menos, no ha podido confirmarse.
Compuestos de vitaminas y minerales
Aunque algunos nutrientes como el cobre, folatos, hierro, selenio,vitamina A, vitamina B12, vitamina B6, vitamina C, vitamina D y zinc contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunitario, tal y como establece la European Food Safety Authority (EFSA), es improbable que se asocien a un menor riesgo de contagio. «Así que no hay que fomentar su consumo para este fin –advierten los nutricionistas–. No se ha probado la eficacia del uso de ningún otro nutriente u otros compuestos llamados nutracéuticos, incluidos el ácido ferúlico, ácido lipoico, la spirulina, N-Acetylcysteine, glucosamina, beta-glucanos o la baya de saúco».
Hierbas e infusiones
«No existen pruebas para recomendar el consumo de ninguna hierba para prevenir o tratar el COVID-19». Así de tajantes se muestran los expertos de la Academia Española de Nutrición y dietética. Ni jengibre, ni orégano, ni salvia, ni artemisa... estas plantas tienen propiedades beneficiosas para la salud tomadas en infusión, pero ni previenen la enfermedad ni, desde luego, la curan. ¿Son malas, entonces? Para nada, y además, hidratan el organismo, algo que sí es beneficioso para luchar contra el virus. Así que tómelas si le apetece, pero no con la esperanza de que le salven.
Ajo y limón
En muchas webs se indica que aumentar el consumo de ajo es muy beneficioso contra el coronavirus. Desde la OMS indican que es un alimento con muchos compuestos antimicrobianos, pero que no constituye la panacea contra esta pandemia. Además, si nos excedemos en su consumo, acabaremos enfermando. El diario 'South China Morning' informó de que, durante la crisis en China, una mujer tuvo que ser ingresada por una inflamación de garganta tras ingerir kilo y medio de ajo crudo... El limón, en grandes cantidades, nos aporta vitamina C, sí, pero nos puede causar problemas estomacales.
Vodka y otras bebidas
En la red podemos encontrar multitud de fórmulas 'magistrales' para elaborar geles desinfectantes para las manos, ya que en las tiendas es muy difícil encontrarlos. Algunos de ellos se hacen con bebidas de alta graduación, como el vodka. Las autoridades sanitarias han dejado claro que desinfectarse con este licor –y otros del mismo tipo–, que tiene un 40% de alcohol aproximadamente, es ineficaz, ya que las concentraciones que funcionan son del 60 al 70%. ¿Mejor prepararse un combinado? Quizá, pero tampoco es la cura.
Secadores de pelo, beber lejía, baños con cloro y otras barbaridades
No sólo circulan por ahí remedios caseros inútiles e inocuos. También se aconsejan en la red auténticas aberraciones. Un payés leridano, que ya ha tenido problemas con la justicia, afirma que tomar clorito sódico, un derivado de la lejía, combinado con algunas plantas, es la solución para el coronavirus. Cuidado, porque este compuesto es tóxico y está prohibido por la Asociación Española del Medicamento. Esa misma recomendación la ha hecho también un 'influencer' estadounidense de la pseudociencia, que además de difundir estas prescripciones temerarias se muestra convencido de que la Tierra es plana.
Por su parte, la OMS alerta de que bañarse en cloro o alcohol no soluciona nada y puede dañar las mucosas, que las lámparas ultravioletas pueden causar lesiones de piel y no 'fríen' el virus. Hasta aquí los remedios que nos pueden hacer daño. Pero hay otros inofensivos... y estúpidos. Aplicarse calor con el secador en las manos, la sauna, beber agua caliente, el calor o el frío extremos, los mosquitos, vacunas contra la gripe o la neumonía o soluciones salinas para la nariz no valen de nada.