El año pasado 440 personas murieron ahogadas en entornos acuáticos en España, y, en lo que llevamos de 2020, ya han perdido la vida 111, según la última actualización del Informe Nacional de Ahogamientos.
FUENTE: EFE Salud
El baño y la práctica de deportes de agua es una de las actividades de ocio preferidas por pequeños y mayores en esta época del año.
Como norma general, la mayoría de los accidentes se producen por cometer imprudencias, adoptar conductas de riesgo o por un momento de relajación en la vigilancia por parte de los cuidadores.
Según el Informe Anual de Ahogamientos, 440 personas fallecieron por ahogamientos en espacios acuáticos españoles en 2019. Un 43 % en playas, un 14 % en ríos y un 10 % en piscinas. El mayor número de ahogamientos se produjo en la Comunidad Valenciana, seguida de Andalucía, Cataluña y Galicia.
En lo que llevamos de año, según la última actualización del informe, son ya 111 las personas que han muerto por esta causa.
Recomendaciones generales de Cruz Roja para evitar ahogamientos
Desde Cruz Roja, como cada verano, lanzan una serie de recomendaciones para evitar accidentes en el agua y ahogamientos. Estas son las pautas que debemos tener en cuenta siempre que nos encontremos en un entorno acuático:
- Vigila a los menores en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella. La misión del socorrista es el rescate y el salvamento acuático cuando sea necesario, pero la vigilancia de los menores es una responsabilidad de sus padres o cuidadores.
- Procura bañarte en zonas habilitadas para ello y vigiladas por socorristas.
- Fíjate si hay algún cartel que advierta de algún peligro. Haz caso a la señalización de las banderas y a las indicaciones de los socorristas.
- Evita la exposición solar directa en las horas de mayor radiación (entre las 12:00 y las 16.00 horas).
- No entres en el agua de manera brusca para evitar cambios drásticos de temperatura; sobre todo después de comer, para evitar la hidrocución.
- Si estás dentro del agua y te encuentras mal o con síntomas extraños, sal rápidamente.
- Antes de tirarte de cabeza, comprueba la profundidad de la lámina de agua. Las consecuencias en caso de golpearse contra el fondo pueden ser muy graves, como traumatismos craneales o cráneo-cervicales.
- Comprueba que en la zona tu teléfono tiene cobertura por si tienes alguna emergencia y hay que avisar al 112.
Además, el médico del Plan de Salud de Cruz Roja, Juan Jesús Hernández, añade en el siguiente vídeo otras dos recomendaciones fundamentales: respetar el protocolo COVID-19 -límites de aforo, distancia social y uso de mascarilla en lugares donde sea necesario- y no arriesgarse tirándose al agua para intentar salvar a alguien que se está ahogando; mejor lanza algo para que se pueda agarrar.
Los peligros que debemos evitar en las piscinas
- Nunca dejes solo a un niño en el agua o cerca de ella, ni un solo momento. Muchos casos de ahogamiento de bebés se han producido en un descuido del cuidador.
- Las cubiertas para piscinas deben cubrirla por completo para que los niños no se puedan deslizar por debajo de ellas. No intentes meterte, ni saltar encima, podrías caer al agua y luego no poder salir.
- Tener un dispositivo de flotabilidad -flotador o aro salvavidas- como elemento de apoyo para la persona que pueda estar en apuros en el agua.
- Los artículos que hacen flotar a los niños pueden darles a los padres una falsa sensación de seguridad. Este tipo de juguetes pueden girarse fácilmente, de manera que los niños quedan boca abajo sin poder volver a la posición inicial.
- Los bordes mojados de las piscinas pueden facilitar resbalones y provocar un traumatismo.
- Es muy peligroso tirar de las rejillas que cubren los desagües porque la fuerza de la succión es tan grande que puede tirar de ti y atraparte en el fondo.
Recomendaciones en el caso de los ríos, lagos y pantanos
- Debemos asegurarnos primero de que esté permitido bañarse.
- Debes evitar bañarte en ríos, lagos o pantanos que no conozcas porque, aunque parezcan tranquilos, puede haber corrientes internas, algas y otras plantas acuáticas que pueden ser peligrosas. Las propias algas pueden engancharnos igualmente.
- Bañarse en ríos de gran caudal, en pozas naturales o bajo las cascadas es arriesgado, porque puede haber corrientes o formarse remolinos que te arrastren.
- No te tires de cabeza si desconoces el fondo o la profundidad: puede haber rocas y provocarte serias lesiones.
- No te bañes en las zonas delimitadas para el deporte acuático: barcas, patines de agua, motos o esquí acuático.
- Si te ves arrastrado por la corriente, no nades en contra sino paralelamente a la orilla hasta salir de la corriente y después nade hasta la orilla.