De vuelta otro año más a la rutina escolar, en el que los piojos (Pediculus humanus capitis) acechan las cabezas de la población escolar (entre 5 y 12 años), a lo largo de todo el año, presentando una prevalencia de aproximadamente entre 5 y 15%. La proximidad entre cabezas, compartir objetos personales, así como el contacto indirecto a través de peluches, tapicerías y ropa, favorecen la transmisión de los piojos.
Los piojos de la cabeza son insectos parásitos, que se alimentan de sangre y viven en el cabello de los humanos. Su ciclo vital que se divide en tres fases: liendre o huevo, ninfa y piojo. La hembra deposita la liendre en la base del pelo del cuero cabelludo, este huevo presenta un color blanco. Entre 6 y 9 días tras la puesta, los huevos eclosionan liberando la ninfa (forma inmadura del piojo). Se consideran piojos adultos al cabo de 7 y 10 días tras la eclosión. Su tamaño oscila entre 2 y 3 mm, son de color marrón y fácilmente visibles.
Se denomina pediculosis a la parasitación del cabello por piojos, en la que la persona comúnmente experimenta picor en la cabeza y que en la mayoría de los casos provoca pequeñas lesiones rojizas.
Tratamiento para la eliminación de los piojos
Es fundamental la combinación de las lendreras, los pediculicidas y las medidas de prevención frente a nuevos contagios para la eliminación de estos ectoparásitos independientemente de su ciclo vital: piojos, ninfas y liendres.
El uso de pediculicidas está indicado cuando la persona experimenta picor y hay presencia de piojos o liendres simultáneamente o en el caso de que la persona tenga piojos a pesar de no experimentar picor alguno.
En cambio, si la persona no experimenta picor, pero presenta liendres, estas se eliminarán con la lendrera y se examinará diariamente el cuero cabelludo. Se debe acudir al médico si se experimenta picor continuo en el cuero cabelludo, pero no se observan ni liendres ni piojos.
1. Pediculicidas
Los productos pediculicidas son de aplicación tópica presentando diferentes formas farmacéuticas: loción, gel, champú, espray o pulverizadores. Los últimos estudios indican que aquellos pediculicidas de aplicación en seco presentan ventajas frente a los que actúan con el pelo húmedo, ya que se evita la dilución del principio activo y se asegura así, la eficacia del producto. Es por ello que, aquellos formulados como gel-loción o crema se adhieren con mayor facilidad a la cutícula del piojo favoreciendo asimismo una distribución uniforme por la superficie del cuero cabelludo y permaneciendo más tiempo en contacto con el pelo.
Entre los diferentes productos pediculicidas disponibles, se distinguen según su origen, pudiendo ser naturales o sintéticos.
Naturales
Las piretrinas naturales se obtienen a partir de las flores del piretro o pelitre de Dalmacia (Chrysanthemum cinerariefolium), pero su complicada extracción y baja estabilidad, hace que su uso sea poco rentable y que sean pocas las comercializadas. Las piretrinas se absorben a través del exoesqueleto de los piojos, estimulando el sistema nervioso y bloqueando el impulso nervioso por interacción con los canales de sodio, que finalmente lo paraliza y mata. Se recomienda repetir el tratamiento pasada una semana ya que en ocasiones pueden quedar piojos y huevos.
Los aceites esenciales más utilizados se obtienen del árbol del té, la lavanda, el geranio, la flor de cananga (ylan ylang) y del anís, cuyo mecanismo de acción se basa en asfixiar y deshidratar a los parásitos. El uso del aceite del árbol del con fines preventivos está bastante extendido, aunque debe aplicarse en abundancia y no hay estudios que los consideren una buena alternativa frente a otros tratamientos.
Sintéticos
La permetrina es una piretrina sintética que utilizada a concentraciones 1% o 1,5% en diferentes formas farmacéuticas como crema o loción, siendo el pediculicida de elección. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la permetrina al 1% es un medicamento esencial desde el punto de vista de la salud pública y que ha demostrado mayor eficacia (pediculicida y ovicida) con baja toxicidad en los ensayos clínicos y metaanálisis disponibles. La permetrina al 1%-1,5% debe administrarse en forma de loción o crema, preferiblemente sin alcohol. Esto se debe a que, en algunas formulaciones, como es en el caso de la permetrina, la inclusión del alcohol como excipiente, puede producir irritación y prurito, especialmente en los cueros cabelludos con lesiones, sensibles o atópicos. además, este excipiente reduce la viscosidad de las formulaciones reduciendo la eficacia del pediculicida. Además, debido a su perfil de seguridad y baja absorción, el uso en embarazadas es seguro.
En infestaciones severas, se recomienda la combinación con el butóxido de piperonilo, un insecticida de baja actividad, que potencia el efecto neurotóxico. La actividad de las piretrinas aumenta entre 2 y 12 veces cuando se administra en un ratio de 10:1 butóxido de piperonilo: piretrinas.
La dimeticona es un tipo de silicona linear de cadena larga en una base volátil (ciclometicona). Se ha observado que a concentraciones del 4%, recubre al piojo provocando su asfixia, colapsando su tracto intestinal y deshidratándolo. En general tienen una elevada eficacia, relacionada directamente con la viscosidad de la fórmula (a mayor viscosidad, más efectivo). Además, por su perfil de seguridad resulta apto para niños a partir de 12 meses, niños asmáticos y mujeres embarazadas o lactantes.
El miristato de isopropilo (un éster de ácido graso) a concentraciones de 50% también es útil ya que, al igual que la dimeticona, actúa recubriendo al piojo provocando su asfixia y deshidratación que finaliza con el colapso del tracto intestinal.
El malatión, un compuesto organofosforado, usado a una concentración 0,5%, también es útil. Su mecanismo de acción se basa en la unión irreversible con la colinesterasa interrumpiendo el impulso nervioso. Presenta simultáneamente actividad insecticida y ovicida con acción muy rápida. Cuando el malatión se formula como champú, debe aplicarse durante 10 minutos, y repetir el tratamiento una semana después. En el caso de fórmulas en loción, se debe aplicar durante 8-12 horas. Este pediculicida debe aplicarse a partir de los 6 años, presentando una baja toxicidad y alta efectividad frente a piojos.
Otros pediculicidas anteriormente usados son los compuestos organoclorados como el lindano o carbamatos como el carbaril. Su uso está suspendido en algunos países como España por sus efectos tóxicos en el sistema nervioso central (organoclorados) y potencialmente cancerígenos (carbamatos).
2. Eliminación mecánica
Las lendreras o peines tipo lendrera tienen las púas de acero inoxidable, puntas redondas y con un espacio interdental no superior a 0,2mm, evitando de esta forma el paso de las liendres. Deben utilizarse con el cabello mojado tras la aplicación del tratamiento pediculicida para retirar las liendres y piojos muertos. Las lendreras, tal y como su nombre indica son específicas para la retirada de los huevos, cuyo tamaño es muy reducido y son difíciles de retirar por el cemento que las une al pelo.
Con el fin de facilitar la retirada de las liendres, se puede hacer uso de acondicionadores a base de ácido acético, capaz de disolver el cemento que une las liendres al pelo.
3. Prevención del contagio
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda las siguientes medidas para la prevención de pediculosis:
Consejo farmacéutico
En ocasiones, tras la aplicación del tratamiento para los piojos, estos vuelven a aparecer. Los casos que se pueden dar cuando esto ocurre son:
Por todo ello, para garantizar un uso adecuado de los pediculicidas y no cometer errores en el tratamiento que deriven en resultados ineficaces, es imprescindible consultar al farmacéutico, quien podrá resolver todas las dudas sobre los pediculicidas, al mismo tiempo que asesorará al paciente para que haga un uso óptimo de estos productos.
FUENTES: