FUENTE: La Razón
Isabel Zendal, el primer y, hasta el momento, único gran hospital especializado en pandemias de toda España, va a echar finalmente a andar en los últimos días de octubre o, como muy tarde, a comienzos de noviembre, y será atendido en principio por profesionales con plaza en otros centros sanitarios existentes de la Comunidad de Madrid que se presenten voluntarios para desplegar su labor en las nuevas instalaciones. En caso de que resulten necesarios más trabajadores para que el hospital funcione a pleno rendimiento, la Consejería de Sanidad valorará otras opciones, aunque cuenta con escaso margen de maniobra, dada la carestía de médicos de algunas especialidades y de enfermeras en la Sanidad española.
Los recursos humanos que se incorporen finalmente estarán dirigidos por un equipo directivo pequeño cuya composición todavía no ha sido decidida por la Consejería de Sanidad del Gobierno regional. Según ha podido saber LA RAZÓN, estas son algunas de las directrices que el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero ha comunicado a sus colaboradores y a los principales gerentes de los hospitales públicos de la región.
A fecha de hoy, el Hospital Isabel Zendal está construido al 40% de su totalidad y aportará alrededor de 1.000 camas adicionales para la atención de pacientes afectados por pandemias como la que ahora azota a todo el país. Dichas camas se sumarán a las otras 1.300 que puede aportar también el hospital de campaña de Ifema, que reabrirá tras permanecer cerrado durante los meses de verano, y a las que se emplacen en carpas adyacentes a algunos hospitales como, por ejemplo, el militar Gómez Ulla, que también se van a activar.
La puesta en marcha del Isabel Zendal seguirá el modelo seguido precisamente en el recinto ferial de Ifema durante la primera oleada de la pandemia y se producirá en plena escalada de ingresos en los hospitales ya existentes por el aumento de casos de Covid-19. Una escalada que, como avanzó este periódico, empezará previsiblemente a colapsar las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS) de algunos de esos hospitales de Madrid y de otras zonas de España como La Rioja, Murcia y Canarias a finales de este mismo mes y en la primera semana de octubre, lo que obligará a movilizar recursos adicionales.
El nuevo hospital de pandemias, cuyo nombre rinde homenaje a la enfermera que contribuyó a expandir la vacuna contra la viruela por América, se está levantando en el Parque de Valdebebas por un importe inicial de 51,7 millones de euros, y su construcción está basada en grandes pabellones versátiles y polivalentes con el fin de adaptarse progresivamente a las necesidades asistenciales que vayan surgiendo a medida que evolucione la infección. En principio, atenderá a enfermos de la Comunidad de Madrid, aunque no se descarta que pueda servir también de alivio a pacientes procedentes de otros territorios en función de la incidencia que presenten los contagios por SARS-CoV-2 a lo largo del otoño y durante los meses de invierno.
A diferencia de los hospitales levantados en Wuhan, China, donde se originó esta pandemia, y en donde se utilizaron módulos prefabricados tridimensionales, el Ejecutivo autonómico ha optado por grandes pabellones de 10.500 metros cuadrados sectorizables, en una superficie total de 80.000 metros cuadrados, un modelo parecido al de Ifema, en donde llegaron a atenderse a alrededor de 4.000 pacientes sin que ningún sanitario resultara contagiado, lo que le convirtió en un referente nacional e internacional en el abordaje de la Covid.
Para cumplir con el calendario de activación, las obras se van ejecutando al mismo tiempo que los arquitectos redactan el proyecto en un modelo que se denomina «fast-track».
Según la comunidad, el nuevo dispositivo contará con la tecnología más moderna y con 48 puestos de cuidados intensivos e intermedios. Este número se ha determinado en base a la experiencia aportada ahora por los ingresos registrados en los hospitales y el porcentaje de enfermos cuyo estado de salud empeora de forma muy grave.
La Comunidad mantiene ahora mismo abiertas más de 900 camas de críticos en todo su territorio, pero este número es ampliable de forma rápida hasta unas 2.000 en función de las necesidades que se deriven de la infección. En la primera oleada, Ifema atendió a 16 pacientes muy graves en puestos de UCI. Las nuevas camas del Hospital Zendal se sumarían a esta dotación, que requiere de personal altamente cualificado y equipamiento del más alto nivel como equipos de ventilación mecánica muy sofisticados y precisos.
Un hecho diferente de Ifema es que dispondrá de salas de curas que podrán habilitarse como quirófanos, zonas de cirugía mayor ambulatoria o simples salas de curas para poder realizar operaciones de menor complejidad. Asimismo, diferenciará las circulaciones entre pacientes y profesionales, entre altas e ingresos y entre logística/aprovisionamiento y enfermos. «Además, se habilitará un sistema de compuertas para el acceso controlado de personas a determinadas zonas de seguridad por riesgo de contagio o exposición a carga vírica».