FUENTE: El Mundo
En los últimos años la cosmética natural ha entrado con fuerza en los mercados a nivel mundial. Según un estudio publicado en 2019 por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA), en España este mercado está estable desde 2015, con un 11% del total. Es un dato que puede llamar la atención, ya que podríamos decir que «es tendencia» y que el 30% de los nuevos lanzamientos está vinculado a ello. Según este estudio, en nuestro país el peso de este tipo de cosmética es un 10% inferior a lo que se observa en otros países como Alemania, Francia o Reino Unido. Pero, ¿la cosmética natural es realmente mejor que la tradicional? ¿Qué opinan los expertos? La farmacéutica sevillana Gema Herrerías, pionera en dermofarmacia, nos ayudado a responder las siete preguntas clave.
¿Qué es la cosmética natural?
Emplea ingredientes cosméticos obtenidos únicamente de plantas, animales, microorganismos o minerales, incluidos los que se obtienen de estos materiales mediante procesos físicos (por ejemplo, molienda, secado, destilación) o reacciones de fermentación que se producen en la naturaleza y que conducen a moléculas que se producen en la naturaleza. Éstos no pueden incluir ingredientes sintéticos, es decir, sustancias químicas y que no existen previamente en la naturaleza. Ejemplos de ingredientes naturales son la glicerina, el aloe vera, la caléndula, la cera de abeja, el aceite de oliva, la miel o incluso el oro. Algunos sintéticos muy populares, ampliamente usados en la industria cosmética que no serían aptos en la natural son, por ejemplo, la parafina y el dióxido de titanio.
¿Es más segura?
Natural no es sinónimo de inocuo. En este sentido Gema Herrerías indica: «Ni los ingredientes ni los productos naturales son más seguros que los sintéticos». Para garantizar la seguridad de cualquier cosmético, ya sea natural o no, debe cumplir las regulaciones recogidas en el Reglamento (CE) Nº 1223/2009.
¿Es más eficaz?
Tampoco podemos hacer esta afirmación. Además de la composición, el origen de los ingredientes, la eficacia de los cosméticos depende de otros muchos factores, como los relacionados con la formulación del que pueden afectar a la biodisponiblidad de los ingredientes (la manera en la que se absorben y llegan a su destino, por simplificar la explicación). También influyen otros factores como el modo de aplicación, la frecuencia, etc.
¿Natural, bío o eco?
Aunque con pequeños matices, si atendemos a la legislación podríamos decir que la cosmética biológica y ecológica son sinónimos. Son cosméticos con ingredientes producidos según los criterios de la agricultura orgánica como, por ejemplo, no usar fertilizantes, pesticidas ni herbicidas de origen sintético. Según Gema Herrerías es importante hacer esta distinción: «Un producto ecológico es natural pero no todos los naturales tienen por qué ser ecológicos».
¿Los naturales pueden causar alergia?
Es un mito muy arraigado que los naturales sean «inocuos» para la piel. Las dermatitis o alergias de contacto dependen de los alérgenos potenciales en los ingredientes de los cosméticos, y estos pueden encontrarse tanto en ingredientes de cosmética natural como no natural. La farmacéutica sevillana repasa algunos ejemplos de ingredientes que pueden causar problemas dermatológicos, como por ejemplo la jalea real o la miel (ezcemas y urticaria), los aceites vegetales de oliva, soja o linaza (erupciones y acné) o el aceite de coco (acné). Como curiosidad, algunos compuestos aromáticos vegetales empleados comúnmente en la cosmética natural están incluidos en la lista de 26 ingredientes alergénicos regulado por el Reglamento (CE) Nº 1223/2009 y deben aparecer en el listado de ingredientes siempre que superen una determinada concentración. Hablamos de compuestos como cinnamal (muy alergénicos), eugenol (alergénicos) o limoneno (poco alergénicos).
¿La vegana es natural?
Esto algo con respecto a lo que existe mucha confusión y la respuesta es: no necesariamente. Los cosméticos veganos, por definición, no contienen ingredientes de origen animal (como colágeno, leche de vaca, burra o cabra, gelatina, colesterol, etc.) pero sí pueden contener sintéticos.
¿Es correcta la reivindicación «cruelty free» en Europa?
Como conclusión, la cosmética natural es una opción más dentro del amplio espectro de la dermocosmética. Tal y como ocurre con las formulaciones clásicas que incluyen ingredientes sintéticos, los productos cosméticos naturales bien diseñados y correctamente aplicados pueden ser eficaces y seguros. Son una buena opción para personas que, por distintos motivos, se sienten más cómodas.