FUENTE: Levante
Un estudio liderado por el laboratorio del doctor Victor Borrell, del Instituto de Neurociencias en Alicante (UMH-CSIC), ha descubierto que los micro ARNs (miRNAs) juegan un papel fundamental y hasta ahora desconocido en el desarrollo temprano del cerebro. Este hallazgo, publicado en la revista internacional 'The EMBO Journal', demuestra una relevancia sin precedentes de los miRNAs en el desarrollo embrionario del cerebro, con potenciales implicaciones en el cáncer cerebral pediátrico.
La investigación demuestra que los miRNAs son mucho más importantes para el desarrollo cerebral de lo que se sospechaba, y que lo son en etapas mucho más tempranas de lo admitido hasta ahora. Así, han comprobado que la pérdida temprana de miRNAs no solo conlleva mucha muerte celular, como habían notificado trabajos previos, sino que cambia significativamente la proliferación y el linaje de las células progenitoras neurales, que pasan de un proceso normal de autorrenovación y neurogénesis (formación de nuevas neuronas) a otro completamente anómalo de pérdida de adhesión y expansión celular, característico del desarrollo de tumores.
"Nuestros resultados sugieren una relevancia general de la desregulación de los miRNAs en la aparición de malformaciones del desarrollo cerebral temprano y, potencialmente, otros tejidos de origen ectodérmico, como la piel", explica el doctor Borrell.
Nuevo modelo de investigación
Debido a las limitaciones de los modelos de ratón utilizados hasta ahora, estos nuevos roles de los miRNA habían pasado desapercibidos. Sin embargo, el nuevo estudio demuestra que los miRNAs son fundamentales para mantener la homeostasis celular de las capas germinativas del embrión en desarrollo, que dan origen a tejidos y órganos, regulando la dinámica de las células madre neurales y la neurogénesis en el telencéfalo en desarrollo.
Esto se ha conseguido eliminando en etapas mucho más tempranas que en estudios anteriores la encima Dicer, esencial para la formación de miRNAs. La precocidad en la pérdida de miRNAs de este ratón mutante ha permitido constatar la aparición de una desorganización tisular muy grave en el telencéfalo rostral y la formación masiva de agrupaciones circulares de células, denominadas rosetas (imagen), muy semejantes a las que se observan en algunos cánceres pediátricos de cerebro.
Los ratones mutantes Rx-Dicer utilizados en este estudio se caracterizan por la pérdida particularmente importante de una familia concreta de microRNAs, denominada let-7, que se expresan a altos niveles durante el desarrollo cerebral y reprimen directamente la expresión de toda una batería de genes. En particular, esta investigación muestra que los miRNAs let-7 son fundamentales para mantener a niveles bajos la actividad de la proteína supresora de tumores p53 y la proteína Irs2, que promueve la proliferación celular necesaria para el crecimiento normal del cerebro durante el desarrollo embrionario.
La drástica reducción de los miRNA let-7 provoca un aumento de Irs2 que conduce a la hiper-proliferación y pérdida de adhesión de las células progenitoras, lo que lleva a la formación de verdaderas rosetas similares a las que caracterizan algunos cánceres cerebrales pediátricos.
Los efectos dañinos de Irs2 sobre la hiper-proliferación de progenitores telencefálicos, y el beneficio de let-7 corrigiendo este defecto, pudieron reproducirse en este estudio en organoides cerebrales humanos en cultivo (los mal llamados 'minicerebros'), lo que demuestra que este es un mecanismo fuertemente conservado. Estos nuevos resultados también son consistentes con los datos clínicos acumulados hasta la fecha que muestran que la desregulación de los miRNAs está relacionada con muchos tipos de cáncer.
"Estos hallazgos apoyan la idea de que los miRNAs pueden usarse como una estrategia terapéutica para la intervención genética de la enfermedad oncogénica pediátrica", concluye el doctor Víctor Borrell.