FUENTE: Levante
La ansiedad que genera el escenario de la pandemia de coronavirus, como el miedo al contagio o la incertidumbre sobre el futuro laboral y económico, ha elevado los niveles de estrés y también los casos de bruxismo, el movimiento inconsciente de los músculos de masticación.
El desgaste de las piezas dentales y el dolor son las consecuencias más habituales del bruxismo, y el motivo más común de la visita al odontólogo o al cirujano maxilofacial es "el dolor facial y/o muscular", según ha explicado en un comunicado el hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
Entre los tratamientos que existen para tratar el bruxismo figuran las férulas de descarga, un aparato que cubre la superficie de mordida de los dientes de la arcada superior o inferior y se confecciona a medida de cada paciente para cambia los puntos de apoyo de los dientes y conseguir que no aprieten, según el doctor Ignacio Solís.
Para casos de bruxismo severo, asociados a alto niveles de estrés y en los que las férulas de descarga no acaban de resolver el problema, se utilizan infiltraciones de toxina botulínica, que buscan un bloqueo neuromuscular que impida la contracción del músculo y cuya efectividad dura alrededor de un año.