FUENTE: Las Provincias
¿Cuántas veces se puede lavar una mascarilla? Es la pregunta que muchos se hacen cuando adquieren una reutilizable. Pese a las instrucciones del fabricante, la duda persiste y más si se observa que el número de lavados aconsejados cambia según el producto. Las oscilaciones no son pequeñas. En unos casos se marca un máximo de cinco y en otros 50 o más. Esta disparidad ha llevado a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a pedir al Gobierno, que está redactando un protocolo para este tipo de protecciones, que fije unas normas estándar para evitar las disparidades.
Silvia Huerta, delegada de OCU en Valencia, señaló que «no es razonable que algunas permitan un alto número de lavados y otras una cantidad muy inferior». Indicó que tendría que fijarse un número máximo de acuerdo a criterios técnicos. Para la organización, el usuario tiene que saber a lo que se enfrenta »y esas diferencias tan grandes pueden generar confusión».
Diferentes materiales
Todo depende de la tela que se utilice. Unas permiten más lavados que otras. Por eso hay que leerse y seguir atentamente las recomendaciones de los fabricantes. «En las instrucciones tiene que especificar cuándo y cómo lavarlas y hay que atenerse a ellas», explicó Julián Navas, responsable de Ortopedia del Colegio de Farmacéuticos de Valencia.
Para ello lo más importante es fijarse en si tienen una certificación y si el fabricante ha cumplido las especificaciones técnicas exigidas por la administración. José Luis Alfonso, catedrático de Medicina Preventiva de la Universitat de València, explicó que todas las mascarillas tienen que cumplir con la normativa y «el usuario se tiene que cerciorar».
Navas apuntó que las diferencias en el número de lavados recomendados para unas mascarillas u otras dependen del tejido con el que están confeccionadas. «Es una elección del fabricante y hay que seguir las indicaciones del envoltorio», recalcó. «Si cumple la normativa es que la prenda ha sido sometida a las pruebas necesarias para saber si conserva sus propiedades al lavarse», matizó.
Ante ello también consideró que sería muy difícil establecer una normativa para fijar un número máximo de lavados. «Depende del material que utilice cada fabricante», afirmó.
En la misma línea se pronunció el catedrático de la Universitat de València aunque Alfonso se mostró partidario de no alcanzar el máximo número de lavados recomendados por el fabricante para garantizar que la mascarilla cumple su función. En su opinión es difícil que puedan resistir más de 40 lavados. Alfonso destacó también que «la mascarilla es la última y más importante línea de defensa contra la infección». Señaló que es especialmente importante llevarla en espacios cerrados como las oficinas o en los medios de transporte donde el riesgo de contagiarse es mucho más elevado.
Los expertos coincidieron en la necesidad de lavar esta prenda diariamente una vez que se ha utilizado cumpliendo estrictamente las especificaciones del fabricante. «No la llevamos por llevar sino para que cumpla su función, para que reduzca el riego de contagio«, explicó Navas.
Advirtieron también del riesgo de utilizar lejía en el proceso de lavado. «Cada fabricante debería decir claramente como hay que lavarla», aseguró Navas.
Moda de mascarillas
Al mismo tiempo el catedrático de la Universitat de València advirtió contra las «mascarillas de moda« y señaló que muchas de ellas no están certificadas y por ello no está garantizado que sirvan como medida de protección contra el coronavirus.
«Se venden mascarillas que son muy bonitas pero que probablemente no estén certificadas«, señaló Alfonso e indicó que en muchos casos »se llevan con una otra quirúrgica por debajo, una práctica que no es muy recomendable por los problemas que puede crear con la respiración«.
Por otro lado, el catedrático de la Universitat de València advirtió que «se siguen llevando mal, en muchos casos sin cubrir todas las vías respiratorias«.
También indicó que sería recomendable que la Unión Europea estableciera cuales son los organismos que pueden ser certificadores de las mascarillas y consideró que sería bueno que el Ministerio de Sanidad estableciera unos criterios mínimos para que fueran cumplidos por los fabricantes de estas protecciones.