FUENTE: La Razón
Es frecuente el sangrado de la nariz en los niños especialmente pequeños por esa tendencia a hurgarse, a veces de manera compulsiva, pero también hay personas adultas a las que les puede sangrar y repentinamente, sin haberse metido el dedo en la nariz, o bien como consecuencia de un traumatismo. Y es que se trata de un fenómeno frecuente, que, seguro que a todos nos ha pasado alguna vez, por la razón que sea.
Según explica la enfermera Dra. Cristina Barneto Valero, profesora de la Escuela de Enfermería del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, la hemorragia procedente de los vasos que irrigan las fosas nasales se denomina ‘epistaxis’, siendo sus principales causas, desde exclusivamente locales, como microtraumatismos (hurgarse la nariz), contusión nasal y/o fracturas nasales, así como la introducción de cuerpos extraños, factores ambientales (altitud y sequedad -calefacción y aire acondicionado), la rinitis alérgica y viral, o bien tumores benignos y pólipos.
Desde la Academia Americana de Pediatría, recuerdan en este sentido, que es probable que a su hijo le sangre la nariz, ocasionalmente, o incluso de forma más frecuente, durante sus primeros años de vida, sin que esto pueda suponer un riesgo ni ser peligroso, más allá del propio susto inicial de padres y niño. Además, hay que tener en cuenta, que, si se posiciona la cabeza hacia atrás, como erróneamente se hace, la sangre pasará de la nariz hacia la garganta, será tragada pudiendo ocasionar vómitos de aspecto sanguíneo.
La profesora Barneto menciona que el sangrado nasal también puede deberse a otras causas generalizadas y por tanto, de mayor riesgo para el paciente, en un contexto de sangrado nasal debido al aumento de la presión arterial, enfermedades cardiacas o pulmonares, enfermedades de la sangre y de vasos sanguíneos. “También pueden verse favorecidas por la toma de fármacos antiagregantes o anticoagulantes (como Acido Salicílico o Aspirina®/Adiro®, Acenocumarol o Sintrom® entre otros)”, agrega.
Con todo ello, la especialista de Quirónsalud enumera los pasos a seguir ante un sangrado nasal:
1.- Tranquilizar a la persona e intentar mantener la calma.
2.- Colocar a la persona sentada, con la cabeza ligeramente inclinada hacia delante, facilitando la expulsión de la sangre y evitar su deglución desde la boca. Respirar por la boca. Nunca inclinar la cabeza hacia atrás.
3.- Realizar una compresión manual, sobre las alas de las fosas nasales, con el dedo pulgar e índice, de forma mantenida, durante 5-10 minutos, hasta que ceda el sangrado.
4.- Si no se cohíbe el sangrado después de 10-15 minutos de compresión digital mantenida de alas nasales y/o existen signos de epistaxis grave avisar al 112, o acudir a un centro sanitario de Urgencias manteniendo la compresión digital sobre las alas de las fosas nasales.
5.- Pese a la creencia popular, u otros remedios caseros, no es aconsejable colocar un algodón o pañuelo dentro de la nariz, porque puede formar un coágulo o costra, y al quitar el algodón puede volver el sangrado.
6.- Una vez que ha cedido la hemorragia nasal no deben realizarse manipulaciones como sonarse o hurgarse la nariz, o el agachar la cabeza y realizar esfuerzos.
¿Y si persiste el sangrado?
Ahora bien, en algunas ocasiones, a pesar de seguir las pautas correctas de primeros auxilios, respecto a la epistaxis, según señala la profesora Barneto, no suelen resolverse completamente o ser incohercibles los sangrados de la nariz, por lo que suele ser conveniente acudir a un centro sanitario de inmediato.
Asimismo, aconseja ir a un hospital o centro de salud, o bien llamar al 112, en caso de que el sangrado nasal conlleve signos de alerta grave: Hemorragias intensas, hemorragias que se exteriorizan por ambas fosas nasales y por boca acompañadas de vómitos de sangre; hemorragias que afecten al estado general (palidez, sudoración, disminución del nivel de conciencia…); hemorragias asociadas a un aumento importante de la presión arterial, hemorragias que puedan comprometer la respiración normal, hemorragias asociadas a traumatismos faciales e inconsciencia.
La profesora Barneto recuerda que los centros sanitarios son hoy en día circuitos libres de coronavirus, donde se han diseñado estancias donde no hay contacto con personas infectadas de COVID-19, a la vez que resalta que estas instalaciones son seguras puesto que cumplen con protocolos de desinfección súper exigentes.
Es más, destaca que el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz donde trabaja cuenta a su vez con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.