La medida forma parte del plan frente al zika que la Generalitat Valenciana tiene ya en marcha y que se apoya en dos bases: la lucha contra el mosquito tigre, «Aedes albopictus» (que puede transmitir la enfermedad si llega a picar a una persona infectada), y a través de la vigilancia epidemiológica.

Contra el mosquito tigre, la Conselleria de Sanitat, la de Agricultura, ayuntamientos y diputaciones ya vienen trabajando desde hace meses para controlar la presencia del insecto una vez llegue el calor mientras que en vigilancia epidemiológica, desde la administración se ha activado el sistema de vigilancia que incluye el dar información a los profesionales y estar en contacto con los organismo internacionales.

Así, tanto los médicos de atención primaria como los especialistas en enfermedades infecciosas tienen ya las claves para detectar posibles casos en territorio valenciano. Por ahora, en España, solo se han declarado cuatro posibles infectados –todos importados– el último, en Murcia.

La enfermedad que desarrolla el virus zika es leve y, en muchos casos ha sido equiparada a una gripe, pero la sintomatología es muy característica: fiebre moderada, sarpullido con manchas y pústulas o costras que se extiende frecuentemente desde la cara el resto del cuerpo, dolor en articulaciones (principalmente manos y pies), enrojecimiento de ojos o conjuntivitis, además de malestar general, cansancio y dolor de cabeza.

«La infección es menor pero el problema es el impacto epidemiológico», aseguró ayer la secretaria autonómica de Salud Pública, Dolores Salas, que recordó que en la Comunitat no se ha registrado «ningún caso, ni autóctono ni importado».

Con todo, el Ministerio de Sanidad ya adelantó que se espera alrededor de unos doscientos casos importados de zika en España (menos que los de chikunguña) y se estudia si establecer prohibiciones para viajar a las zonas con alta presencia del virus a embarazadas ante la más que probable relación del virus con los problemas de microcefalia en recién nacidos.

Los responsables autonómicos en Salud Pública participarán mañana jueves en una reunión con el resto de comunidades en la que poner en común los protocolos a aplicar aunque la Comunitat ya tiene establecidos los suyos propios que incluso se probaron con el falso positivo en chikunguña del pasado verano en Gandia.

El protocolo prevé, además de la notificación inmediata a los organismos internacionales, la realización de un «mapa» de por dónde se ha movido la persona para intentar localizar colonias de mosquitos. Una vez localizados, se recogen muestras de larvas y ejemplares adultos y se envían a analizar mientras se tratan los focos. La operación se repite a los 10 días.