FUENTE:Diario Médico
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha publicado una actualización de su documento Alimentación segura durante el embarazo. Consejos básicos para 40 semanas de tranquilidad.
Ante el elevado número de dudas que le surgen a la embarazada, es conveniente que el farmacéutico conozca esta actualización para transmitir mensajes acordes a las recomendaciones de las instituciones sanitarias.
En el documento se recogen no solo los alimentos que se deben evitar para prevenir riesgos sino también cómo deben manipularse para que su ingesta sea segura. Así, la Aesan recuerda la importancia de lavarse las manos con jabón y agua caliente, al menos durante 20 segundos, “antes y después de manipular los alimentos, siempre y, en especial, tras contactar con cualquier material sucio y después de usar el cuarto de baño”.
Asimimo, insiste en que “las manos, las superficies y los utensilios de cocina utilizados se deben lavar a fondo después de manipular carnes, pescados, huevos, frutas y vegetales no lavados y cualquier otro alimento crudo”.
Paula Briones, vocal de Alimentación del COF de La Coruña, afirma a CF que el lavado de manos “nos parece una acción conocida, pero la manera de hacerse y el momento, incidiendo en muñecas, uñas, espacios interdigitales y secarse luego con un paño de tela limpio (que no se haya empleado antes para tocar jugos de alimentos) o de papel, es algo que vemos que ha de recordarse e insistir mucho”.
En cuanto a la conservación, Aesan recomienda guardar los cocinados en el frigorífico y colocarlos adecuadamente y en recipientes cerrados, separados y lejos de quesos y productos crudos. Precisamente, según Briones, esta última recomendación es una de las que menos se cumple.
La farmacéutica añade que no solo hay que hacer esta separación en el frigorífico sino también “en la encimera mientras los preparamos para evitar la contaminación cruzada”.
No a los crudos y no pasteurizados
Sobre los alimentos que se deben evitar, la Aesan menciona la leche cruda y quesos frescos o de pasta blanda (Brie, Camembert, tipo Burgos o quesos latinos, mozzarella y azules) si en la etiqueta no dice que estén hechos con leche pasteurizada.
Igualmente, señala los brotes crudos (soja, alfalfa...); los huevos crudos o preparaciones elaboradas con huevo crudo (salsas y mayonesas caseras, mousses, merengues y pasteles caseros, tiramisú, helados caseros, ponches de huevo...);la carne cruda (carpaccios, steak tartar…) o poco hecha;el pescado crudo (sushi, sashimi, ceviche, carpaccios) o ahumado refrigerado o marinado, así como ostras, almejas o mejillones crudos.
También destaca las frutas y hortalizas crudas que no se hayan pelado o lavado y desinfectado,“incluyendo ensaladas embolsadas, preparadas y las consumidas fuera de casa”.
Otros alimentos que hay que excluir son, según la Aesan, el pez espada o emperador, el atún rojo, el tiburón (cazón, marrajo, tintorera, etc.) y el lucio. También la carne de caza silvestre (animales abatidos en la caza, como el jabalí, el venado, etc.), y productos cárnicos loncheados y quesos loncheados o rallados industriales y los patés que se vendan refrigerados.
Una recomendación curiosa de la Aesan en la que también insiste Briones: hay que quitar la corteza de todos los quesos.
Aunque ya es conocido, la agencia advierte de que si la gestante no ha pasado la toxoplasmosis debe evitar el chorizo, salchichón, jamón curado, etc. Eso sí, “se pueden comer después de cocinarse a más de 70º centígrados durante 2 minutos en el centro del producto (en croquetas, rehogados, pizzas…)”, aclara.
En los textos actualizados de la Aesan se recomienda evitar algunos alimentos envasados, como sándwiches y otros alimentos listos para consumir que contengan vegetales, huevo, carne, fiambres, pescado y derivados.
“No consumir directamente frutas y verduras congeladas envasadas si en el etiquetado indica que se deben cocinar”, advierte.
¿Y qué dice de los zumos envasados? Que deben estar pasteurizados. Por ello, insiste en que lo mejor son los recién exprimidos.
Como no podía ser de otra forma, la Aesan desaconseja las bebidas alcohólicas, pues “cualquier consumo es un riesgo para el desarrollo del feto”.
Sobre las bebidas energéticas, apunta que también deben evitarse. Briones confirma que las embarazadas sí asocian su consumo “con un aumento de su presión arterial y de su frecuencia cardiacas, pero pocas con el riesgo que corren sus bebés de nacer prematuros, con bajo peso o incluso muerte intrauterina”. Briones, insiste en que nunca deben sobrepasarse los 300 mg/día de cafeína”. En su opinión, los consejos de la Aesan hay que darlos, sí, pero siempreexplicando el porqué.
La actualización de la agencia se completa con precauciones en la ingesta de sobras de comida, de la que dice que “deben refrigerarlas lo antes posible y nunca estar más de 2 horas a temperatura ambiente”, y sobre el uso de los complementos alimenticios. De estos últimos advierte de que deben tomar solo los recomendados por el médico.