FUENTE: La Razón
Un estudio publicado en el prestigioso “British Medical Journal” revela que la anticoagulación preventiva o profiláctica, comparada en ausencia de anticoagulación en pacientes covid-19, se relaciona con una disminución del riesgo de mortalidad a los 30 días del ingreso hospitalario y reduce el riego de eventos hemorrágicos. Muy a menudo se ha constatado que las muertes por estos enfermos se deben parcialmente a tromboembolismos venosos y coronarios. Está demostrados que los fármacos anticoagulantes previenen las trombosis y además poseen propiedades antivíricas y potencialmente antiinflamatorias, de ahí que resulten tan efectivos en estos pacientes.
Para llegar a esta conclusión los científicos emplearon datos de una muestra de 4.297 enfermos hospitalizados desde el 1 de marzo hasta el 31 de julio de 2020, sin antecedentes de anticoagulación. De ellos, el 845,4% recibieron anticoagulación profiláctica tras las 24 horas al ingreso y más del 99% de ellos recibieron heparina subcutánea o enoxaparina. Se produjeron 622 muertes dentro de los 30 días posteriores al ingreso, 513 entre los que recibieron tratamiento de anticoagulación preventiva. El 82% de estos fallecimientos ocurrieron durante la estancia hospitalaria.
Los investigadores emplearon análisis ponderados de probabilidad inversa de tratamiento, de modo que la incidencia acumulada de mortalidad a los 30 días fue del 14,3% entre los coagulados y del 18,7% entre los que no.