FUENTE: IM Farmacias
El Sistema Nacional de Salud (SNS) podrá ahorrar a lo largo de este año 2021 937,04 millones de euros, de acuerdo con el informe "Análisis de impacto presupuestario de los medicamentos biosimilares en el Sistema Nacional de Salud de España (2009 - 2022)", disponible para su consulta íntegra en la dirección http://bit.ly/biosimilares21.
El impacto presupuestario se calcula como la diferencia entre el gasto farmacéutico que se hubiera producido si no hubieran existido los biosimilares y el nuevo escenario en el que existe competencia biosimilar con la subsecuente reducción de precios. La reducción de precios se consigue a través de tres procesos que pueden ser acumulativos. En primer lugar, el precio fijado por la Comisión Interministerial de Precios que normalmente es un 20-30% inferior al del medicamento de referencia; posteriormente, por la aplicación de los precios de referencia que establece el precio menor de entre todos los comercializados; y, adicionalmente, por los procedimientos de compra pública hospitalaria que fomentan la competencia en el mercado.
En España, hasta la fecha, se ha autorizado la comercialización de 54 medicamentos biosimilares, correspondientes a 16 principios activos (adalimumab, bevacizumab, condroitina sulfato, enoxaparina sódica, epoetinas alfa y zeta, etanercept, filgrastim, folitropina alfa, infliximab, insulina glargina, pegfilgrastim, rituximab, somatropina, teriparatida y trastuzumab).
Como novedad muy relevante, en el cálculo de los ahorros del citado informe se han tenido en cuenta la totalidad de los descuentos que pueden afectar al precio del medicamento, incluidos los descuentos comerciales. Así, se ha asumido que este escenario se aproxima más al precio que el SNS paga por los medicamentos, por lo que ha sido considerado como modelo de referencia más solvente.
Adalimumab concentra más de la cuarta parte de los ahorros estimados para el Sistema Nacional de Salud en 2021.
La siguiente imagen muestra los ahorros (en millones de euros) que podrían suponer los biosimilares al SNS en 2021, y entre paréntesis se incluyen las fechas de comercialización del primer biosimilar de cada uno de los principios activos.
Entre las moléculas que contribuyen en mayor medida al impacto presupuestario destacan algunas con corto recorrido en el mercado, como infliximab y adalimumab, siendo esta última responsable de más de una cuarta parte del ahorro total esperado en 2021. Le siguen la somatropina y epoetina (alfa y zeta) pese a su larga trayectoria en el mercado.
Cabe también resaltar que el primer biosimilar de bevacizumab, indicado para el tratamiento de varios tipos de cáncer, entró en el mercado a mediados de 2020, por lo que se espera que la estimación de ahorros derivados de su llegada al mercado, establecida de forma conservadora en 2021, pueda estar incluso sesgada a la baja.
Nuevas medidas podrían incrementar aún más estos ahorros
La introducción de competencia en el mercado a través de la entrada de biosimilares conlleva ahorros que ya se han visto materializados en la actualidad. Encarna Cruz, Directora General de Biosim indica que "los medicamentos biosimilares constituyen una gran oportunidad para fomentar la sostenibilidad del SNS mediante la racionalización y eficiencia en el gasto farmacéutico, siendo alternativas de igual eficacia y seguridad".
No obstante, "en España todavía cabría un crecimiento de los productos biosimilares, ya que aún se constatan menores tasas de penetración en principios activos de alto impacto económico, como los anti-TNFs o anticuerpos monoclonales para oncología y oncohematología, en comparación con otros países de nuestro entorno", especifica Encarna Cruz.
Algunas de estas propuestas podrían ser, por un lado, el establecimiento de experiencias de ganancias compartidas, como las implementadas con éxito en países de nuestro entorno, por las que parte de los recursos liberados de una mayor utilización de medicamentos biosimilares revierte en los propios servicios clínicos para la mejora de la asistencia.
También sería de vital importancia proporcionar una mayor claridad al marco normativo en torno a la intercambiabilidad por parte de las Autoridades Sanitarias, que contribuiría, sin duda, al fomento de estos medicamentos al dar seguridad a médicos y pacientes en cuando al cambio.
Otra propuesta sería considerar la utilización de procedimientos de licitación competitiva para la adquisición de medicamentos biosimilares como un objetivo común y prioritario para todos los servicios de salud, como podría ser el ejemplo de los acuerdos marco. Este es un mecanismo de racionalización de las adquisiciones compatible con los medicamentos biosimilares y que podría adaptarse a los requerimientos de garantía de competencia, adjudicación a varios proveedores, precios de licitación que no desincentiven al sector, valoración de aspectos técnicos de calidad o garantía de suministro, etc.
Todo ello debe ir acompañado de manera permanente de programas de formación a los profesionales sanitarios que prescriben y dispensan los medicamentos biosimilares, e información a ciudadanía en general y pacientes en particular destinatarios últimos de estos fármacos. Un mayor conocimiento siempre es sinónimo de mejores competencias en las labores profesionales y de confianza y tranquilidad del paciente en su tratamiento y su mejoría.
Algunas de estas propuestas ya se encuentran recogidas en el borrador del Plan de Genéricos y Biosimilares en el que trabaja actualmente el Ministerio de Sanidad, o en el reciente informe sobre gasto farmacéutico hospitalario elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Es por todo ello que BioSim considera, en palabras de su Directora General, que "si todos trabajamos en la misma línea andaremos un camino de consenso y diálogo en el que todos los biosimilares se posicionen como una alternativa más en el arsenal terapéutico, generando la misma confianza sobre las garantías de calidad, seguridad y eficacia que los medicamentos de referencia".