FUENTE: Valencia Plaza
La mutua Umivale lanza dos carteles informativos con una batería de recomendaciones para reducir las lesiones en la piel y los ojos por el uso prolongado de las mascarillas, como mantener la higiene e hidratación facial antes y después de colocarla o evitar maquillarse por debajo.
Irritación de la piel, lesiones faciales, acné, sequedad ocular o erosiones corneales o conjuntivales son algunos de los trastornos que está ocasionando el uso prolongado de la mascarilla, junto a una incorrecta colocación o utilización.
Y es que el uso continuado de mascarillas provoca que la piel esté húmeda por la respiración. A esto se suma que la fricción y la presión sobre determinados puntos del rostro (nariz, mejillas y parte trasera de las orejas) puede provocar la aparición de lesiones en la piel como irritaciones o rozaduras, explica el responsable de Prevención de la mutua, José Luis Cebrián.
Por lo que respecta a los ojos, el aire expirado sube por el espacio que queda entre los lados de la nariz y la mascarilla y, al ser más húmedo y caliente, puede producir una mayor desecación de la superficie ocular provocando el síndrome de ojo seco.
Los dos carteles, para difundir en formato digital o en papel entre las empresas mutualistas, recopilan 16 consejos destinados a reducir ese impacto negativo en la piel y los ojos.
¿Cómo prevenir problemas cutáneos?
Entre los ocho consejos para prevenir problemas cutáneos, el primero es mantener una correcta higiene facial y lavarse la cara con agua y jabones limpiadores que no resulten irritantes para la piel antes y después de colocarse la mascarilla.
También hay que hidratar la piel, antes y después de usar la mascarilla, empleando cremas adecuadas al tipo de piel que cada persona tenga, así como evitar maquillarse en la zona de colocación para que no se obstruyan los poros de la piel ni el maquillaje manche el interior.
En esta línea, conviene no exceder los tiempos máximos de uso y desechar las mascarillas siguiendo las indicaciones de uso del fabricante, renovándolas con la frecuencia que corresponda. Otro consejo es usar vaselina para prevenir o aliviar las lesiones de la piel causadas por la presión o fricción de las mascarillas (en zona malar/pómulos, puente de la nariz o detrás de las orejas).
Como alternativa, aplicar cremas reparadoras si tras el uso de las mascarillas aparecen marcas en el rostro para cuidar de la piel y evitar/prevenir que se formen irritaciones. Si al retirar la mascarilla aparece irritación o se han producido eccemas por la presión, bajo prescripción médica se pueden emplear cremas antiinflamatorias con corticoides.
Y, finalmente, acudir a un experto en dermatología si se produce una reacción grave en la piel o se empeoran por el uso de las mascarillas afecciones cutáneas como el acné o la rosácea.
Consejos para cuidar la vista
En cuanto a los consejos para prevenir problemas oculares, el primero es escoger mascarillas que se ajusten lo máximo posible a la parte superior de la cara para dificultar la salida del flujo de aire y, por tanto, evitar la sequedad en los ojos.
También hay que colocarse correctamente la mascarilla, ajustando el alambre maleable integrado a lo largo del borde superior al puente de la nariz para evitar fugas de aire hacia los ojos. Y extremar las precauciones al ponérsela para evitar rozar con los bordes la superficie del ojo e impedir heridas como erosiones corneales o conjuntivales.
Otra recomendación es tratar de limitar el tiempo en ambientes con aire seco o con viento para ayudar a proteger los ojos, ya que puede que se sequen más rápido en estas situaciones, además de evitar la sequedad ambiental mediante el uso de humidificadores. Pueden ser muy útiles para aumentar los niveles de humedad en el aire y mantener el confort térmico.
Conviene parpadear frecuentemente para mantener la humedad en el ojo y recubrirlo con una nueva capa de lágrimas al tiempo que limpiamos la superficie ocular y la hidratamos, así como usar soluciones para hidratar los ojos cuando resulte necesario.
Por último, hay que realizar pausas y descansar al menos 20 segundos cada 20-30 minutos cerrando los ojos para facilitar la hidratación natural, sobre todo con el uso intensivo de pantallas.