FUENTE: El Global
El Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia, considerado el más antiguo del mundo superando a asociaciones medievales como gremios o cofradías, fue fundado el 20 de marzo de 1441 por la reina Dña. María de Aragón y Sicilia. Se trata, asimismo, del primero en establecer en esa época la colegiación obligatoria, previa al ejercicio profesional. Las cuentas indican que este 2021 cumple 580 años. Buen momento para hablar con su presidente sobre pasado, presente y futuro.
Respuesta. Pues estoy de acuerdo con él; es una gran señal. Y un orgullo que nuestro colegio lidere esa antigüedad, ya que por una disposición legislativa la mayoría de COF empiezan a surgir a comienzos del siglo XX (1900-1920). La constitución de nuestro colegio data de la época en la que se separa la Farmacia de la Medicina. Los colegios han sido, son y serán siempre fundamentales por el ámbito deontológico. Su gran importancia es la de proteger a los ciudadanos de los propios profesionales. A nivel de evolución de la corporación, no solo nos llena de orgullo ser los más antiguos, sino haber elaborado la primera farmacopea, la creación de un primer laboratorio colegial para formación de sus profesionales…El espíritu es seguir cumpliendo años evolucionando la corporación a la par de las necesidades de la profesión.
R. R. El hecho de dedicar parte de la jornada a hablar de salud digital es un claro ejemplo de esa evolución o adaptación a los tiempos de los colegios farmacéuticos de la que hablaba. La salud digital y el papel del farmacéutico en ella es un campo que debemos afrontar. Ya es una realidad, siquiera hay que hablar de futuro. En el COF de Valencia tenemos claro que hay que abrir el debate, ver hacía donde tenemos que ir o qué nos viene en el horizonte. Y nuestra labora es dar a conocer a los colegiados esa realidad y adaptarnos para dar los mejores servicios en los nuevos tiempos.
R. Hemos sufrido un agravio en los plazos y formas de vacunación de los farmacéuticos respecto al resto de CC.AA y, a nivel regional, respecto a otros profesionales, y pese a lo que indicaba la Estrategia Nacional de Vacunación. Tras una reunión el 16 de febrero con la Consejería, el colegio hizo su trabajo y remitió los ficheros con todos los profesionales de distintos ámbitos y personal que debía ser objeto de inmunización. Pero nos hemos encontrado con unos criterios de selección desconocidos. Por ejemplo, hemos observado casos en los que plantillas enteras de farmacias han sido excluidas, o los técnicos y auxiliares, o propio personal (farmacéutico) del colegio… Sabemos de compañeros que ya han sido vacunados por su tramo de edad en su condición de ciudadanos cuando deberían haber estado ya inmunizados en su condición de farmacéuticos. Hemos venido exigiendo una solución a la Consejería con el envío de repetidas cartas. Recientemente hemos recibido la contestación de la consejera (Ana Barceló).
R. Una de las cosas por las que nos hemos quejado es no saber por qué se ha excluido a todos esos casos del listado. Han quedado fuera en torno a 300-400 personas, según nuestros cálculos. Lo único que sabíamos oficialmente es que la Administración nos comunicó que sacaba de las vacunaciones al personal de limpieza de las farmacias. La solución pasa por elaborar unos nuevos listados con los profesionales que quedan pendientes y en eso estamos trabajando. Pero también debemos conocer qué criterios sigue manteniendo la Administración. Esperamos que a lo largo de mayo pueda quedar solucionado.
R. Lo valoro como un buen decreto. Es cierto que no hemos conseguido que se atienda una de las principales alegaciones que presentamos, que era que la prestación se estableciese en base a “zonas farmacéuticas” y no “departamentos sanitarios”, para ligar la prestación al entorno del centro. Pero debemos dar por válida la explicación que no han dado.
R. Al ser un ámbito sociosanitario en el que también está implicada junto a Sanidad también la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas, no se puede establecer ese criterio de “zona farmacéutica” y hay que emplear el concepto de departamento sanitario. Ahora ya estamos centrados en las disposiciones y reglamentos que desarrollarán el decreto. Por ejemplo, como se articulará la vinculación entre centro y oficina de farmacia, requisitos en torno a servicios a prestar como la preparación de sistemas personalizados de dosificación (SPD).. En todo ello se irá avanzando este año.
R. R. Queremos avanzar en el desarrollo de servicios profesionales, como puede ser la citada atención farmacéutica sociosanitaria, a través de la plataforma colegial Atenfarma. Pero también queremos protocolizar y desarrollar nuestro principal servicio profesional: la dispensación. Para mí es un servicio en sí mismo; no es solo entregar un medicamento, sino acompañarlo de asesoramiento, farmacovigilancia… También tenemos una apuesta por la indicación farmacéutica con el programa Indica+Pro puesto en marcha con Sefac y que ha sacado excelentes resultados, lo que ha llevado a su expansión en otras regiones. Es un servicio vital que va a necesitar el sistema sanitario para dar respuesta a los síntomas menores, como se ha revelado en la pandemia. También queremos apostar por servicios de prevención de la enfermedad. Quien mejor puede hacer un cribado, una prevención de la enfermedad, con protocolos de derivación es la farmacia comunitaria, que es la que tiene el mayor contacto con el paciente “no enfermo” o no diagnosticado. Se pueden generar ahorros millonarios al sistema.
R. Hay que empezar a coordinar estas cuestiones porque cuando salgamos de la pandemia de la COVID-19 seguiremos en una situación comprometida. Ya nos hubiera gustado asumir funciones así durante la pandemia. El farmacéutico comunitario es versátil. Y, como indicabas, tenemos los mimbres y las Justicia fue además muy claro respecto a la capacidad asistencial del farmacéutico. Ahora, tras esa sentencia que deja claro que las farmacias pueden asumir nuevos roles asistenciales también le corresponde a la Consejería atajar cualquier traba al respecto de otras entidades o colectivos.