Las alergias a medicamentos engloban un gran espectro de reacciones de hipersensibilidad mediadas inmunológicamente con mecanismos y manifestaciones clínicas. En ocasiones, en función de la gravedad de la reacción alérgica, puede ser necesario suspender el tratamiento y sustituirlo por otro medicamento con una estructura química que no esté relacionada.

 

Factores de riesgo que pueden afectar a la aparición de alergias medicamentosas

Existen ciertos factores entorno al paciente o al fármaco que influyen a la hora de producir alguna reacción alérgica.

Primero, los factores relacionados con el paciente son los siguientes:

  • Edad: los bebés y las personas mayores son más propensas a desarrollarlas en comparación con jóvenes y adultos de mediana edad.
  • Género: mayor probabilidad en las mujeres respecto a hombres.
  • Polimorfismos genéticos en el antígeno leucocitario humano (gen HLA del MHC).
  • Infecciones virales: virus de inmunodeficiencia humana (VIH), virus del herpes, virus Epstein-Barr (VEB).
  • Reacciones inmunitarias frente al fármaco que han aparecido previamente.

Por otro lado, aquellos factores relacionados con el fármaco engloban:

  • Compuestos: los medicamentos macromoleculares (como la insulina) o aquellos que forman haptenos (unión a los tejidos o a las proteínas de la sangre como es la penicilina) son más propensos a causar estas alergias.
  • Vía de administración: aquellos medicamentos que se aplican de forma tópica, intramuscular (IM) e intravenosa (IV) son más probables de producir reacciones alérgicas respecto a los que se administran por vía oral.
  • Dosis y duración del tratamiento: pueden aparecer con mayor frecuencia cuando son tratamientos crónicos o se usan de forma frecuente o en dosis altas en comparación con aquellas que se usan de forma esporádica o en bajas dosis.

 

Relación entre las manifestaciones clínicas y los fármacos que pueden provocarlas

En función del mecanismo de acción del medicamento, existe una gran variabilidad en las manifestaciones clínicas que pueden provocar.

A continuación, relacionamos las manifestaciones clínicas más frecuentes con los fármacos que con mayor probabilidad pueden provocarlas:

Se debe destacar el hecho de que la piel es el órgano más afectado, mientras que la penicilina es el fármaco que con mayor frecuencia está implicado en alergias a los medicamentos.

 

Intervención del profesional sanitario especialista

Resulta imprescindible que se consulte a un alergólogo y se estudie la posible alergia. Generalmente, el especialista realiza pruebas en piel, un análisis de sangre y pruebas de exposición controlada.

Mediante las pruebas percutáneas y los análisis de sangre se identifican anticuerpos frente al medicamento. Las pruebas cutáneas intraepidérmicas y la epicutáneas (parche), por otro lado, son útiles para identificar reacciones tardías (24-48h), mediadas por linfocitos. Además, otra pruebas que se emplean con menor frecuencia son el test de degranulación de basófilos o el test de transformación linfoblástica que tratan de determinar la causa. Las pruebas positivas indicarían que el paciente es alérgico, aunque años más tarde pueden variar, en cuyo caso haría falta repetir las pruebas.

A pesar de su utilidad, las pruebas realizadas en la piel o los análisis de sangre pueden presentar limitaciones, por lo que se hacen pruebas de exposición controlada. Tal y como su nombre indica, las pruebas de exposición controlada se realizan administrando el medicamento en centros preparados con personal y equipos experimentados y observando los síntomas de la reacción. En caso de que los riesgos superen los beneficios, se realizan las pruebas con un medicamento alternativo.

En ocasiones, una prueba de exposición negativa puede resultar insuficiente, por lo que en la mayoría de las ocasiones el especialista recomienda repetir el estudio de nuevo.

 

Resolviendo dudas

  • ¿Pueden desaparecer las alergias a medicamentos?

Las alergias pueden desaparecer espontáneamente o pueden permanecer a lo largo de la vida, sin embargo, se debe verificar la tolerancia previamente a administrar el fármaco de nuevo.

  • ¿Cuál es el tratamiento de los síntomas agudos?

El tratamiento más habitual se basa en:

  • Broncodilatadores para el asma
  • Antihistamínicos para rinitis, conjuntivitis y síntomas en la piel.
  • Adrenalina o medicamentos administrados por vía intravenosa para casos más graves como la anafilaxia.

 

  • ¿Cómo se eligen los medicamentos alternativos?

La elección del medicamento depende del tiempo disponible, es decir, cuando se debe actuar con rapidez se administrará con precaución, pero estando alerta por si aparecen reacciones. Mientras que, en caso de disponer de más tiempo, se busca un medicamento para la futura enfermedad o se realiza una prueba de exposición controlada y se administra el medicamento sin presencia de enfermedad.

Cuando no existe un tratamiento alternativo la opción restante es realizar un pre-tratamiento o desensibilización. En primer lugar, el pre-tratamiento consiste en administrar medicamentos antihistamínicos y corticoides previamente al medicamento causante (24h antes). Aunque también presenta limitaciones, ya que no puede garantizar al completo que no se eviten reacciones, pues algunas son reacciones no inmunológicas.

En segundo lugar, la desensibilización está basada en la inducción de tolerancia, es decir, administrando dosis muy reducidas que van aumentando hasta que se puedan emplear dosis estándares en tratamientos.

 

FUENTES:

  1. Alergia a medicamentos. Porta l del medicamento, Salud Castilla y León.
  2. Drug allergy: Practical guide for allergy and immunology in Canada 2018.
  3. Alergia a medicamentos ¿cómo se estudia y se trata? Asociación Española de Pediatría.

 

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