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Las bacterias, hongos y virus que habitan en el cuerpo humano influyen en la respuesta a una vacuna, por lo que el estudio de este ecosistema y su modificación podría mejorar la inmunización, según un estudio del IrsiCaixa que se presenta en el principal congreso internacional sobre microbioma.
Los trillones de microorganismos que colonizan el cuerpo conforman el microbioma y su composición puede verse modificada a lo largo del transcurso de la vida, como consecuencia de diferentes factores ambientales, que van desde la alimentación hasta si el nacimiento fue por parto vaginal o cesárea.
La cantidad y tipos de microbios que forman el microbioma de cada persona pueden ser determinantes para el desarrollo y transcurso de algunas enfermedades, así como para la respuesta a las vacunas o tratamientos.
El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, centro impulsado conjuntamente por la Fundación la Caixa, y el Departamento de Salud de la Generalitat, está estudiando cómo es el microbioma de las personas que responden mejor a la vacuna terapéutica del VIH.
Según ha explicado a Efe el investigador principal del grupo de Genómica Microbiana de IrsiCaixa, Roger Paredes, el microbioma "puede servir de marcador para predecir quién responderá y quién no" a la vacuna del VIH.
El objetivo de esta investigación es conocer a qué pacientes se les puede inyectar la vacuna del VIH sabiendo de antemano que van a responder bien porque se les ha analizado antes el microbioma y es el adecuado.
Y para los que no reúnan estas características, los científicos trabajan en una segunda fase de la investigación -menos avanzada- para averiguar cómo se podría corregir la composición del microbioma, a través de probióticos o productos derivados, o incluso dando bacterias (ya tenemos miles en los intestinos), antes del pinchazo.
Este estudio se está llevando a cabo en el marco de la vacuna terapéutica del VIH, en la que se sigue trabajado con el fin de poder eliminar este virus que tantas vidas ha matado en las últimos décadas pero que ya no es mortal ni transmisible si se trata con antirretrovirales.
El IrsiCaixa, el Hospital Germans Trias de Badalona (Barcelona) y la Fundación Lucha Contra el Sida están desarrollando una vacuna que logra una buena respuesta inmunitaria cuando se retira el tratamiento antirretroviral
El estudio sobre el microbioma apuntalaría la eficacia de ese prototipo de inmunógeno y, según Paredes, podría aplicarse para otras vacunas, como la del tifus, pero no para las de coronavirus, porque ya tienen un nivel de eficacia muy elevado.
Aunque todavía se desconoce cuál es el microbioma ideal para responder bien a las vacunas, la literatura científica apunta que no hay una receta exacta y que la combinación de microbios requerida puede ser diferente en función de la vacuna que se administre.
Los últimos avances de este estudio se presentarán en el Congreso del Consorcio Internacional de Microbioma Humano, cónclave que comienza este domingo.
En esta edición, el congreso se dirige desde Barcelona y reúne de forma virtual a 500 profesionales de 36 países diferentes, para debatir todas las aplicaciones del microbioma en la salud humana.