Son muchos los bebés que desarrollan alteraciones en la piel durante los primeros meses de vida, siendo los más comunes la costra láctea y la dermatitis del pañal. Es habitual que sus padres acudan a la farmacia, sorprendidos y asustados, con el fin de determinar qué pueden hacer para aliviar los síntomas que padece su hijo. Desde la farmacia comunitaria, debemos dar un mensaje de tranquilidad y explicar claramente de qué se trata, sus características y cómo actuar.
Costra láctea: qué es, síntomas y causa
La dermatitis seborreica puede manifestarse a cualquier edad, sin embargo, cuando afecta al cuero cabelludo del bebé entre las dos primeras semana de edad y los tres meses, se conoce como costra láctea. La dermatitis seborreica es una afección cutánea crónica que afecta a la piel, también conocida bajo el nombre de eczema. Se caracteriza por la aparición de zonas eritematosas, en las que se forman escamas blanquecinas-amarillentas de aspecto grasiento y pegajoso sobre piel enrojecida y fisurada que aparecen en áreas donde hay un mayor número de glándulas sebáceas.
Habitualmente afecta al cuero cabelludo y al rostro (ambos lados de la nariz, detrás de las orejas, cejas y párpados) aunque, en menor medida, también puede localizarse en el interior de las orejas, centro del pecho, axilas, pliegues de los brazos, piernas e ingles.
La costra láctea en bebés comienza tras cubrir el cuero cabelludo con una costra de aspecto graso y amarillento que, a pesar de lo que los padres puedan creer, estas no producen la caída del pelo ni suele producir picor. Pueden aparecer lesiones diseminadas en la cara, surco retroarticular, cuello, tronco y extremidades con apariencia psoriasiforme o en caso de eritema intenso, puede deberse a una infección secundaria bacteriana (Staphylococcus aureus) o fúngica (Candida albicans).
Si bien erróneamente se puede llegar a pensar que está causado por falta de higiene, actualmente se desconoce el verdadero origen, aunque algunos autores lo relacionan con una hiperactividad de las glándulas sebáceas influenciada por los andrógenos maternos.
A pesar de lo que muchos padres puedan pensar, la costra láctea es benigna y puede curarse espontáneamente. Debido principalmente a que las placas hiperqueratósicas son autolimitadas, los cuidados locales de la piel pueden llegar a ser suficientes. Entre los diferentes consejos que podemos proporcionar a los padres o cuidadores para que se puedan reblandecer y se desprendan manualmente las escamas, destacamos:
Por otro lado, es posible que el dermatólogo/pediatra le prescriba un tratamiento que se absorba adecuadamente. Algunos de los más frecuentes son:
Dermatitis del pañal
Es un proceso cutáneo irritativo e inflamatorio en la zona cubierta por el pañal que afecta entre un 7% y un 35% de los bebés lactantes. La irritación provocada no es por un solo agente, sino que es multifactorial. Está favorecida por unas condiciones especiales de humedad, fricción, maceración, cambio de pH en la zona, contacto con orina, heces y otras sustancias como detergentes, perfumes y plásticos que pueden haberse visto agravados por el propio pañal que impide la transpiración.
Existen diferentes tipos de dermatitis de pañal entre las que encontramos:
¿Cómo podemos estar seguros de que se trata de una dermatitis del pañal? Son muchas las patologías que pueden desarrollarse a nivel genital, por lo que es imprescindible un diagnóstico clínico diferencial. Debido precisamente a que no existe ninguna prueba de laboratorio confirmatoria, se procede a caracterizar las siguientes patologías:
Desde la farmacia comunitaria, los profesionales de la salud debemos contribuir a prevenir la aparición de la dermatitis del pañal, ya que al prevenirlo evita que se produzca más irritación. Para ello, se debe:
En caso de que se den dermatitis moderadas o severas, se puede hacer uso de corticoides tópicos de baja o moderada potencia. Se debe tener precaución con estos ya que, aunque reducen la inflamación, pueden favorecer la oclusión. Cuando exista una sobreinfección por hongos (Candida albicans) hacer uso de antifúngicos, que se pueden asociar a corticoides para reducir la inflamación. Por último, los antibióticos tópicos los pueden prescribir el dermatólogo cuando se produzcan sobreinfecciones bacterianas, aunque debido a las resistencias bacterianas se debe hacer un uso limitado.
En conclusión, los farmacéuticos comunitarios pueden mejorar la calidad de vida de sus pacientes transmitiendo los consejos adecuados para modificar los hábitos y en caso de que el dermatólogo prescriba un tratamiento, se guíe e indique cómo hacer uso de este.
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