Autora: María Gil
En la actualidad, hay diversos ensayos clínicos en curso para hallar un tratamiento efectivo frente a la Enfermedad de Alzheimer. Uno de los fármacos propuestos es aducanumab, un anticuerpo monoclonal que detiene la formación de placas de proteína beta-amiloide, las cuales son responsables de la pérdida de memoria. Se espera que este nuevo fármaco pueda ralentizar el curso de la enfermedad en pacientes con deterioro cognitivo leve o demencia leve debido a la Enfermedad de Alzheimer.
Esto supondría un gran avance, pues otros tratamientos disponibles solo han logrado controlar los síntomas y hace casi 20 años que ningún estudio sobre el tratamiento clínico de la Enfermedad de Alzheimer resulta fructífero.
En 2016, la revista Nature publicó los resultados de la investigación sobre la eficacia de aducanumab en el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer. Se evaluó en 3 ensayos separados con una muestra total de 3.482 pacientes. Los estudios fueron de rango de dosis doble ciego, aleatorizados y controlados con placebo en pacientes con Enfermedad de Alzheimer. Se observó una reducción significativa de la placa beta-amiloide dependiente de la dosis y el tiempo en los pacientes que recibieron el tratamiento en comparación con el grupo control. La placa beta-amiloide se cuantificó utilizando imágenes de tomografía por emisión de positrones (PET) para estimar los niveles cerebrales en una combinación de regiones del cerebro que se espera que se vean ampliamente afectadas por la patología del Alzhéimer en comparación con otra región del cerebro que se espera que esté libre.
En marzo de 2019, tras el análisis de futilidad, se anunció el cierre de 2 ensayos clínicos más en curso (EMERGE y ENGAGE), pues todo apuntaba a que los resultados no iban a ser los esperados. A pesar de ello, los datos obtenidos hasta la paralización completa de los ensayos proporcionaron información adicional y, al observar que los resultados eran algo distintos a los estimados en un principio en el análisis de futilidad, unos meses más tarde el laboratorio Biogen comunicó que había iniciado los trámites para solicitar la aprobación de su nuevo medicamento.
Finalmente, en junio de 2021, el organismo responsable de la regulación de los medicamentos en EEUU (FDA: Food & Drug Administration) aprobó la comercialización de aducanumab como tratamiento frente a la Enfermedad de Alzheimer bajo el nombre Aduhelm. Este hecho tuvo lugar a pesar del informe emitido por el Comité Asesor de la FDA en el que rechazaba la futura aprobación del medicamento, pues, aunque este comité suele sentar las bases de las decisiones de la FDA, no es vinculante.
La aprobación fue mediante un procedimiento acelerado, empleado cuando hay disponible un medicamento significativamente mejor que los existentes para una enfermedad grave o potencialmente mortal. Como condición, el laboratorio deberá realizar un nuevo ensayo clínico controlado y aleatorizado que confirme el beneficio clínico del medicamento, pues el Comité Asesor no concluyó que el fármaco no funcionara, sino que consideraban que todavía no había suficiente evidencia para aprobarlo. Si este ensayo no lograra verificarlo, la FDA podría proceder a su retirada.
Cabe destacar que en Europa todavía no ha sido aprobado por la agencia reguladora correspondiente (EMA: European Medicines Agency) y que la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) deberá también concluir en qué condiciones será instaurado este nuevo medicamento en España. Por el momento, en el Hospital Universitari i Politècnic La Fe han retomado un ensayo clínico para estudiar su efecto en pacientes a largo plazo.
Un signo característico de la Enfermedad de Alzheimer es la formación de placas beta-amiloide. Estas aglomeraciones de proteínas se acumulan entre las neuronas, de forma que interfieren en su actividad y acaban por provocar muerte neuronal. En este sentido, una de las hipótesis que gira en torno a esta enfermedad es que eliminando estas placas se podría frenar el deterioro asociado.
Aduhelm es un medicamento que se administra mensualmente vía intravenosa, aunque todavía no se ha determinado durante cuánto tiempo debe mantenerse el tratamiento.
Se advierte de posibles reacciones adversas, como inflamación cerebral y pequeñas hemorragias cerebrales. Generalmente, estas hemorragias cerebrales son asintomáticas, pero requieren de un control por resonancia magnética, pues si no se detectan y empeoran podrían conllevar ciertas complicaciones cognitivas. Algunas personas pueden manifestar dolor de cabeza, confusión, mareos, cambios en la visión o náuseas. Además, existe riesgo de reacciones de hipersensibilidad, incluyendo angioedema y urticaria.
Precisamente estas anormalidades de imagen relacionadas con el amiloide fueron las que hicieron que durante la investigación se emplearan dosis muy bajas del fármaco. Al observar que solo ocurría al principio y que era manejable, modificaron el protocolo para aumentar la dosis máxima tolerada.
Debido a que Aduhelm no ha demostrado ser eficaz en pacientes con Alzheimer evolucionado sino en las primeras etapas de la enfermedad, resulta fundamental el diagnóstico precoz para iniciar el tratamiento cuanto antes. De este modo, en pacientes que se encuentran en etapas tempranas podría retrasar el declive cognitivo y funcional, lo que puede significar más tiempo de vida activa e independencia y de conservación de la memoria.