Fuente: La Razón
Los niños pequeños no paran, y debemos andar siempre con mil ojos a la hora de prevenir cualquier accidente, tanto fuera como dentro del hogar. Especialmente debemos ser cuidadosos con los menores de 3 años, inconscientes totalmente de los peligros que puede conllevar muchas de las acciones que llevan a cabo a lo largo del día.
Desde la Consulta de Enfermería pediátrica del Hospital Quirónsalud San José (Madrid) realizan un llamamiento a todas las personas que tienen a su cargo a menores en este rango de edad, precisamente porque es en quienes suelen registrarse con mayor frecuencia las intoxicaciones accidentales.
“Adoptando sencillas medidas en nuestro entorno, nuestro hijo puede descubrir y explorar el mundo que le rodea desde la seguridad, la tranquilidad y el amor. Recuerda: es mejor prevenir que curar. ¡Anticípate!”, recalcan una de las especialistas de este departamento, Natalia Gallardo García.
Así, en primer lugar, llaman la atención sobre la intoxicación por vía cutánea, aquella que se produce al tocar una sustancia tóxica: “En caso de contacto con la piel o con las mucosas (boca u ojos) debemos lavar o enjuagar con agua abundante y retirar la ropa manchada con la sustancia tóxica. En los parques o jardines debemos evitar que los niños toquen o chupen plantas ya que pueden resultar tóxicas”.
Después, subrayan el peligro que puede conllevar una intoxicación por vía digestiva, por desgracia las más habituales, y aquellas que tienen lugar si el menor ingiere una sustancia. “Resulta peligrosa tanto por las graves enfermedades que puede producir, como por las secuelas de estas”, apostillan.
De hecho, las expertas apuntan que la intoxicación por medicamentos en el hogar es la causa de intoxicación más frecuente en la infancia: “Se puede producir por una ingesta accidental, por un error en la dosis del medicamento, o por un error en el medicamento administrado”.
A su juicio, por todo ello resulta importante:
“Si se produce o sospecha de que se ha producido una intoxicación, lo primero es mantener la calma, nunca provocar el vómito ni ofrecer líquido al menor (como leche o agua). Conserve el envase original para proporcionar información sobre los componentes del producto y póngase en contacto con el Servicio de Información Toxicológica (teléfono es 91.562.04.20) o con el servicio de Emergencias (teléfono 112)”, recalcan.
Intoxicación por vía respiratoria
En último lugar, desde la Consulta de Enfermería pediátrica del Hospital Quirónsalud San José alertan sobre la intoxicación por vía respiratoria. “Esta se produce al inhalar los gases nocivos que se generan con la combustión de gasolina, propano, gas natural, petróleo, madera y carbón”, advierten.
En concreto, citan que el monóxido de carbono es un gas tóxico, inodoro, incoloro y que no irrita las mucosas, por lo que realizar un buen mantenimiento en el domicilio de estufas, braseros, calderas, calentadores, chimeneas e instalaciones de gas, resulta fundamental para la prevención de este tipo de intoxicaciones.
Asimismo, señalan que es necesario tener en cuenta:
Ante esta intoxicación, las enfermeras pediátricas resaltan que los niños pueden presentar dolor de cabeza, irritabilidad, mareos, somnolencia, dificultad para respirar y vómitos. Por ello, insisten en que, si se produce o sospecha de que se ha producido una intoxicación, lo primero siempre es mantener la calma, trasladar al niño a un lugar ventilado con aire fresco o, si está en un lugar cerrado, abrir las ventanas. “A continuación, póngase en contacto con el servicio de Emergencias (teléfono 112)”, concluyen.