Fuente: 20 Minutos
Una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes es el virus del papiloma humano, sobre el que ha aumentado considerablemente la concienciación en tiempos recientes.
Lo que a veces no es tan conocido es que este virus forma parte de una familia de más de 100 miembros, y de hecho algunos de ellos son ubicuos para el ser humano.
¿Qué es el virus del papiloma humano?
Aunque nos refiramos a él en singular, el término virus del papiloma humano hace referencia a varios grupos de virus ADN (es decir, que no poseen material genético ARN) que se replican en el núcleo de las células epiteliales escamosas humanas y de otros animales, por lo que afectan a la piel y a las mucosas.
En muchos de estos tipos, la infección es completamente asintomática, por lo que pasa desapercibida incluso aunque puede durar durante toda la vida de la persona afectada.
Sin embargo, ciertos otros tipos en ocasiones raras pueden desencadenar la aparición de ciertas formas de cáncer, lo que explica la relevancia que ha tomado la lucha contra este virus para las políticas de salud pública.
Estos virus se transmiten por contacto piel con piel, y en el caso más específico de los que afectan a la región anogenital son una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes.
¿Cuáles son sus síntomas?
Como señalábamos, la infección por la mayoría de los tipos de virus del papiloma humano cursa sin ningún síntoma, por lo que pasa totalmente inadvertida.
En instancias más raras, pueden provocar la aparición de verrugas cutáneas, plantares (tradicionalmente conocidas como papilomas), subungueales (bajo la uña) y genitales o anales, según el tipo.
Por último, ciertos tipos pueden disparar la aparición de cáncer cervical (de cuello de útero), anal, vulvar o de pene, y de hecho en la mayoría de los casos son una condición necesaria para el desarrollo de este tipo de tumores. También, algunos tipos han sido asociados a carcinomas orofaríngeos de células escamosas. En todos estos casos, el síntoma es la aparición de lesiones precancerosas y cancerosas en el área afectada.
¿Cómo se trata?
Hasta el día de hoy no existe un tratamiento específico para la infección por el virus del papiloma humano. Sin embargo, es frecuente que muchos tipos no requieran ninguna acción, cuando no son de riesgo y son asintomáticos.
Por otra parte, cuando producen verrugas o lesiones precancerosas, se pueden aplicar pomadas antivirales o que activan una respuesta inmune local o bien eliminar las lesiones o el área afectada mediante métodos como la crioterapia o la cirugía.
Por ello, es especialmente importante tratar de prevenir el contagio por los tipos de mayor riesgo, que son de transmisión sexual, para lo cual las herramientas más importantes son la vacuna y los preservativos de barrera como el condón.