Fuente: 20 Minutos
Cuando se toman medicamentos es fundamental conocer qué riesgos existen en combinación con la ingesta de alimentos y bebidas. Por normal general, los prospectos hacen referencia a los peligrosos efectos de beber alcohol con una prescripción de medicación en marcha, pero también existen riesgos con otros productos que no contienen alcohol. Uno de los casos más llamativos es el del pomelo, que tanto en formato de fruta como en zumo (lo más habitual), está asociado con consecuencias dañinas para la salud si se combina con ciertos medicamentos.
El pomelo es una fruta que destaca en el ámbito de la nutrición por sus propiedades saludables. En este sentido, es fuente de fibra, clave para el buen funcionamiento del tracto digestivo; tiene mucho potasio, mineral indispensable en el correcto funcionamiento corporal; y aporta una gran cantidad de vitamina C, necesaria para el crecimiento y desarrollo normal del cuerpo humano. Sin embargo, la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA), alerta sobre sus peligros con ciertos medicamentos.
Según esta agencia del gobierno de EEUU, estos son los medicamentos que pueden causar problemas si interactúan con el pomelo o el zumo de pomelo en nuestro organismo (se incluye el nombre genérico entre paréntesis):
El zumo de pomelo no afecta a todos los fármacos genéricos anteriores. La severidad de la interacción puede ser diferente dependiendo de la persona, el medicamento y la cantidad de zumo que se toma.
Los peligros del pomelo con estas medicaciones
El zumo de pomelo permite que entre en la sangre demasiada cantidad del medicamento o, en otros casos, muy poca. "Cuándo hay demasiado medicamento en la sangre, se pueden tener más efectos secundarios", explica Shiew Mei Huang, médico de la FDA.
Por ejemplo, si tomas mucho zumo de pomelo con medicamentos para reducir el colesterol, podría quedarse demasiada cantidad en el cuerpo, aumentando el riesgo de daños en el hígado y los músculos, e incluso llegando a provocar un fallo renal.
Asimismo, muchos medicamentos se descomponen (metabolizan) en el intestino delgado con la ayuda de la enzima CYP3A4. El zumo de pomelo puede bloquear la acción intestinal de la CYP3A4, así que en lugar de metabolizarse, más cantidad del medicamento entra en la sangre y pasa más tiempo en el cuerpo.
La cantidad de CYP3A4 en el intestino varía entre las personas. Algunas tienen mucha y otras poca. Por ello, el zumo de pomelo puede afectar de forma diferente, incluso en personas que toman el mismo medicamento.
Por otro lado, medicamentos antihistamínicos como la fexofenadina ven reducida su cantidad en sangre por el zumo de pomelo. Esto puede provocar que el medicamento no funcione como debería.