Fuente: Levante-EMV
La estrategia contra la pandemia de covid-19 sumó ayer nuevos efectivos en la Comunitat Valenciana: las farmacias. Después de que una sexta ola con niveles nunca antes vistos en cuanto a contagios haya hecho que la Atención Primaria se colapse, muchas boticas ya están listas «para ir a la guerra si hace falta a la hora de echar una mano al sistema de salud». Son palabras a Levante-EMV del encargado de la farmacia Asensi Alcoverro de València, Andrés Aranda.
Era solo el primer día de atenciones y aún no han recibido ningún cliente pero ya tienen dispuesta la habitación extra y apartada del circuito de clientes habitual para hacer las pruebas de antígenos. Si la prueba da positivo y el cliente da su consentimiento, desde ayer ya lo pueden notificar a la Conselleria de Sanidad para que se contabilice la prueba como cualquiera de las que se hace en los centros de salud e incluso pueda dar derecho a baja, que se puede tramitar en una web habilitada para ello evitando, también, pasar por los centros de salud.
Según el Muy Ilustre Colegio de Farmacéuticos (Micof) de la provincia, a las 19 horas del viernes ya se habían hecho 258 pruebas de antígenos dentro del programa. Todos los positivos que se notificaron allí se los ahorraron en los centros de salud.
«Intentaremos descongestionar la Primaria, que está colapsada. Si podemos colaborar un poco a que no tengan tanta afluencia de gente y que puedan atender ellos otras patologías, pues mejor», afirma Aranda. La conselleria habilitó ayer mismo una ventanilla única a través de la cual confirman el resultado de la prueba, por la que se les compensará y que no repercutirá en el cliente, el principal escollo a la hora de llegar a un acuerdo con el Consell.
Además, el Micof dispuso un buscador web para que las personas que vivan en la provincia de Valencia sepan qué establecimientos se han adherido a este programa voluntario. En cuanto a la provincia, fuentes del colegio indican que 287 boticas se han anotado ya al programa —el 23%—. Según inciden, que ese porcentaje crezca todavía más dependerá de la disponibilidad, organización y espacio que haya en cada caso. Hay farmacias a las que les es imposible juntar los requisitos. «No podemos separar y diferenciar las zonas, no podemos garantizar todo el circuito», dice Ramón, desde la botica Carabal, también en la capital valenciana.
En cambio, la farmacia de Francisco Gil, en Meliana, sí que lo tiene todo preparado. «Vamos a poner señalización en la puerta alternativa de acceso por laque entrarán los pacientes que vengan a hacerse la prueba», explica a este diario. «Supone, personalmente, un reconocimiento a la labor que llevamos a cabo los farmacéuticos. Si podemos facilitarles al sistema nacional de salud el trabajo y quitarse problemas administrativos al hacer las pruebas, por nosotros, encantados», recalca Gil.
La noticia desde la conselleria de que podrán notificar positivos, que sentó bien en las farmacias, llegó poco después de que desde el Gobierno se fijara el precio máximo de los test de antígenos en 2,94 euros, algo que sentó, por lo general, mal.
No es porque no quisieran que se fijase un precio, según afirman, sino porque la mayoría de establecimientos valencianos ya se habían hecho con existencias para bastante tiempo. «El estocaje de lo comprado se va a vender a pérdidas», dice el presidente del Micof, Jaime Giner. Gil, por ejemplo, tiene 1.000 tests comprados entre los 3,5 y 4,5 euros cada uno que a partir de mañana va a tener que vender a 2,94 euros como mucho.
«Ha habido muy mala gestión. Hemos comprado test caros porque había mucha demanda y la oferta no era tal», dice el farmacéutico de Meliana, quien subraya que las farmacias «no están robando a la gente» con los test, algo que ha oído en estos días. «Aquí no ha habido, por lo general, gente que se haya lucrado vendiendo test», asevera.
A partir de ahora, de acuerdo con el Micof, se hará un esfuerzo conjunto para gestionar las próximas compras entre las farmacias y abaratar costes. Por otro lado, los centros de salud entregarán kits para desechar los elementos de las pruebas de antígenos, ante el alto número de positivos que se espera que haya.