Fuente: 20 Minutos
La recomendación de consumo de una dieta blanda suele darse en momentos en los que hay diarrea o incluso tras una época de excesos, como pueden ser las fechas por las que acabamos de pasar. Esta dieta permite darle al sistema digestivo un respiro para que vuelva a encontrar de nuevo su equilibrio y deje de provocar ciertos problemas como hinchazón, gases, dolor abdominal, etc.
Pero, a pesar de todas las ventajas que puede tener una dieta blanda, seguirla un tiempo prolongado puede tener efectos adversos. No está pensada para que pueda seguirse a largo plazo, sino durante un periodo muy corto. En aquellos momentos en los que una gastroenteritis o cualquier otro malestar esté afectando a nuestro aparato digestivo. Tras mejorar, volveremos a comer normal.
No se cubren todas nuestras necesidades nutricionales
Es fundamental tener presente que con una dieta blanda hay necesidades nutricionales que no se llegan a cubrir. Esto es debido a, como indica la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), "los alimentos a evitar son las legumbres, los frutos secos, el pescado azul", etc. También, se deben eliminar los alimentos integrales, por lo que la dieta empieza a carecer de fibra.
Por lo tanto, siempre hay que iniciar una dieta blanda bajo la recomendación de un médico y no superar los días en los que debamos seguirla, que suelen ser como máximo 4. Es por ello por lo que no deberíamos hacerla para adelgazar, ya que lo que estamos consiguiendo es que nuestro organismo no esté recibiendo los nutrientes que necesita. Esto, a largo plazo, tiene consecuencias.
El estreñimiento es normal que termine apareciendo
Aunque una dieta blanda parezca que nos ayudará a ir más al baño, si la mantenemos en el tiempo ocurrirá todo lo contrario. El motivo principal es el que ya hemos señalado y es que la fibra no va a estar presente en la dieta. Como bien explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), "la fibra es fundamental para asegurar un correcto tránsito intestinal".
Perdemos vitaminas provenientes de las frutas
Otra de las consecuencias que tiene seguir una dieta blanda a largo plazo es que nos terminamos perdiendo las vitaminas provenientes de las frutas. Muchas veces, nos olvidamos de esa recomendación de las 5 raciones de frutas y verduras que deberíamos consumir cada día. Son nuestros suplementos de vitaminas naturales que en la dieta blanda quedan apartados a un lado.
El motivo radica en que las frutas y las verduras, tal y como explica la SEEN, pueden provocar acidez, irritar el tracto digestivo o aumentar el número de flatulencias, así como la hinchazón abdominal. Por lo tanto, si seguimos una dieta blanda durante un tiempo prolongando, nuestro organismo no estará recibiendo las vitaminas que necesita para estar sano.
Es posible que suframos dolores de cabeza
La dieta blanda a largo plazo puede provocar dolores de cabeza o acentuar las migrañas, si las tenemos diagnosticadas. Esto se debe a la poca cantidad de comida que consumiremos durante este tipo de dieta, así como reducción drástica del azúcar que puede provocar un descenso de la glucosa en sangre. Como consecuencia, los dolores de cabeza pueden volverse habituales.
Nunca deberíamos seguir una dieta blanda por nuestra cuenta y sin que realmente haya un motivo de salud para ello. Además, el periodo suele ser corto, ya que a largo plazo pueden aparecer los problemas mencionados y otros como la falta de energía. Detrás de una dieta blanda, siempre debe haber un profesional de la medicina que haga el seguimiento apropiado.