Fuente: La Razón
Los problemas en la cadena de suministro global están afectando a la producción de Principios Activos Farmacéuticos (APIs por sus siglas en inglés) en relación a la escasez y al aumento exponencial de precios de las materias primas, tal y como denunció recientemente la Asociación Española de Fabricantes de Productos de Química Fina (Afaquim). Además de las dificultades respecto a las materias primas, el sector se enfrenta también a otros problemas que ponen en riesgo su producción, como son, entre otros: los grandes retrasos en los plazos de entrega de los materiales. ¿El motivo? Las restricciones medioambientales que se están tomando en China, el país más contaminante del mundo, que se ha marcado el objetivo cero emisiones netas para 2060 y alcanzar las emisiones máximas para el año 2030.
Las materias primas con las que se fabrican los principios activos farmacéuticos provienen de Asia. Fundamentalmente de China, y también algo de India. En concreto, según un estudio reciente de la consultora sanitaria Iqvia («EU Fine Chemical Commercial KPI»), la dependencia europea de Asia en relación a las materias primas es del 74% (en peso), correspondiendo a China el 70%. Una dependencia que no ha parado de crecer desde los años 80. De hecho, se ha más que duplicado desde entonces, mientras que en Europa se seguía desarrollando la mayoría de los innovadores Principios Activos Farmacéuticos.
Pero «China ha fijado el objetivo de reducir al máximo sus emisiones para el año 2030 y ello está conllevando el cierre masivo de empresas, o que en algunas provincias los gobernadores quieran mejorar sus cifras de emisión y ordenan el cierre de plantas por días», explican a este suplemento desde Afaquim.
«Esto está ocasionando el aumento de precios de estas materias primas (sin visos de que baje a corto y medio plazo) e incrementos también en sus plazos de entrega, por lo que la incertidumbre es máxima», añaden. En concreto, «en los últimos tiempos, el precio de algunas materias primas ha aumentado hasta un 300%», aseguran.
Y todo apunta a que los precios seguirán disparados, al menos de momento, porque según esta asociación la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín ha afectado al precio de las materias primas y también lo harán los Juegos Asiáticos que está previsto que se celebren en el mes de septiembre en Hangzhou (China). La India también provoca problemas de suministro y encarecimiento de muchas materias primas precisamente porque, en gran medida, también depende de productos químicos básicos fabricados en China.
A todo ello hay que sumar los plazos de entrega, que se están dilatando considerablemente, «llegando incluso en ocasiones a no confirmar la fecha de entrega, con la consiguiente incertidumbre que ello ocasiona. Además, se están produciendo retrasos de más de tres meses en pedidos formalizados con casi seis meses de antelación, lo que está llevando a las empresas a aumentar sus stocks internos para no parar sus producciones, con el consiguiente desembolso que ello supone», hacen hincapié desde Afaquim.
Y, pese a los retrasos, estas compañías «no ofrecen ningún tipo de compensación por incumplimiento contractual», aseguran desde la asociación, que no recuerdan haber sufrido en el pasado una crisis de tal envergadura.
Como consecuencia, «las empresas de fabricación de APIs se ven obligadas a aumentar sus stocks internos, con el consiguiente coste, para garantizar sus compromisos de entrega», aseguran desde Afaquim.
Las dificultades para la producción con que se están encontrando las empresas fabricantes de Principios Activos españolas y europeas puede provocar el desabastecimiento de ciertos medicamentos esenciales debido a que el alto sobrecoste de su fabricación actual no puede repercutirse en un mercado de precios regulado, aseguran.
«No es que se esté produciendo desabastecimiento, sino que podría darse de persistir la situación actual de dificultades de suministro y retrasos», precisan.
¿El motivo? Que los productores europeos de APIs están asumiendo el coste de un aumento de stocks, así como los incrementos de costes de la energía, del transporte y de materias primas. En todo caso, «las empresas asociadas de Afaquim están trabajando con esfuerzo para cumplir con sus compromisos de suministro y entrega, aún a costa de sus márgenes de beneficios, aspecto que lleva sucediendo desde hace muchos meses», aseguran.
Un esfuerzo que no se puede eternizar en el tiempo, de ahí que pidan a la administración que tome las medidas necesarias para que se iguale el «campo de juego» internacional y que las reglas sean las mismas para todos los fabricantes, independientemente de su origen. De lo contrario, de mantenerse esta situación, el efecto irá en detrimento de la seguridad del consumidor final: los pacientes, inciden desde Afaquim, que recuerdan que «es necesaria una acción decidida de los gobiernos para evitar que eso ocurra».