Fuente: EFE Salud
El desayuno forma parte de una dieta saludable. Este proporciona alrededor del 20 % de la energía diaria, por lo que se recomienda su ingesta diaria.
La Fundación Española de la Nutrición ha recopilado una serie de datos sobre el 'Desayuno Infanto-Juvenil en España' para hacer una revisión sobre el "Papel del desayuno y su calidad en la salud de los niños y adolescentes".
Composición de un buen desayuno
Variado, equilibrado y satisfactorio son las claves de un desayuno saludable.
Según la última revisión llevada a cabo por los expertos, "no existe un desayuno ideal sino que hay multitud de combinaciones que tienen que adecuarse a las necesidades y circunstancias personales, geográficas y culturales".
Para cumplir con ello, los especialistas recomiendan evitar los alimentos de alto contenido calórico y baja densidad nutricional, solo aportan calorías, grasa, sodio o azúcar a la ingesta total del día.
El desayuno debe incluir al menos tres grupos de alimentos principales; un alimento del grupo de los cereales (preferiblemente entero/integral), leche o un producto lácteo y una fruta (preferiblemente entera). Expone el estudio.
Para complementar existe un cuarto grupo como el aceite de oliva, hortalizas, frutos secos, alimentos proteicos (huevos, jamón, salmón, legumbres…).
Combinando todo ello se aporta al organismo hidratos de carbono complejos, fibra, proteína, agua y una adecuada cantidad y calidad de grasa.
Los expertos destacan, además, que completar nuestro desayuno adecuadamente contribuye a cubrir las necesidades de vitaminas y minerales, sin olvidar la presencia de compuestos bioactivos de gran interés para la salud.
"Consumir un desayuno saludable se relaciona con una mayor ingesta diaria de nutrientes, un mejor cumplimiento de las recomendaciones nutricionales y una mejor calidad de la dieta total". Señala la FEN.
El desayuno de niños y adolescentes
Varios estudios han plasmado como los niños y adolescentes que desayunan habitualmente consumen mayores cantidades de energía, fibra dietética, frutas y verduras, semillas integrales y lácteos y menos bebidas azucaradas, en comparación a los que se saltan esta comida del día.
Además, los que sí desayunan presentan una ingesta diaria mayor de algunos micronutrientes como calcio, hierro, folato, potasio, magnesio, zinc y yodo, en comparación con los que no desayunan.
Según los estudios, más de la mitad de los adolescentes desayunaban en familia (con padres y hermanos) y aproximadamente el 40 % desayunaban solos. Además se observó que los adolescentes eran uno de los grupos de población que más se saltaban el desayuno. Según la Iniciativa Internacional de Investigación sobre el Desayuno (International Breakfast Research Initiative - IBRI).
Otro dato destacando del estudio refleja como los niños aprenden los hábitos de alimentación de sus padres, abuelos o hermanos, así como de sus cuidadores y compañeros o amigos.
"Se ha visto que compartir el desayuno con la familia en niños de 10 años se asocia a una mayor frecuencia de consumo de desayuno a los 16 años". Recoge el informe.
El desayuno en España
Los datos obtenidos de la revisión citan al estudio ALADINO 2015 que indica que "el 93 por ciento de los participantes desayunaban todos los días".
"El desayuno más frecuente (49,7 %) era un lácteo (leche, batido lácteo o yogur) más un alimento del grupo de los cereales (galletas, cereales de desayuno o pan/tostadas). Solamente un 2,8 % realizaban un desayuno de calidad (con lácteo, cereal y fruta)".
También hace mención a la encuesta ANIBES donde "el 85 % de los españoles eran consumidores regulares del desayuno (es decir, habían desayunado los tres días evaluados)".
"Una mayor proporción de niños y personas mayores desayunaban regularmente (93 %), seguidos por los adultos (84 %) y después los adolescentes (80 %)". Y solo el 25 % de la población española realizaban un desayuno con energía suficiente y variedad adecuada o "completo" (20 % o más de la energía total ingerida y conteniendo tres o más grupos de alimentos). Mientras el 38 % tomaban un desayuno "incompleto" (menos del 10 % de la energía total ingerida y conteniendo uno o dos grupos de alimentos)". Indican los expertos.
Además, el 37 % hacía un desayuno "aceptable" (10-20 % de la energía total ingerida y tres o más grupos de alimentos o bien 20 % o más de la energía total ingerida y dos grupos de alimentos).
El estudio destaca que los grupos de alimentos menos consumidos por niños y adolescentes son los quesos y la fruta fresca. Al igual que eran escasos los alimentos integrales.
Tanto los niños como los adolescentes consumían azúcares añadidos (principalmente de chocolates, panadería y bollería/pastelería) y azúcar.
Un riesgo para la salud
Diversos estudios reflejan como desayunar se relaciona con una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad. También con un perfil más saludable de biomarcadores cardiometabólicos (diabetes, resistencia a la insulina, tensión arterial y perfil lipídico).
En cuanto a la función cognitiva, aunque tampoco hay uniformidad en los resultados, ya que la metodología para evaluar el rendimiento escolar es variable y compleja, muchos estudios observan que 'desayunar es más beneficioso que no hacerlo', especialmente en los niños con peor situación nutricional y de menor edad. Sostienen los nutricionistas.
Por lo tanto, el desayuno saludable debe formar parte de una dieta diaria como una comida principal.
Se recomienda que se consuma a diario, en buenas proporciones y que sea lo más equilibrado posible para permitir afrontar el día a día, así como ayudar a reducir el desarrollo de enfermedades cardiometabólicas.