FUENTE: El Mundo.
La cantidad de intervenciones quirúrgicas ha aumentado a nivel global durante la última década, pero continúan existiendo grandes desigualdades en el acceso a las mismas entre los países ricos y pobres, según un estudio publicado hoy en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud.
Los autores, de la Universidad de Stanford (EEUU), descubrieron que en 2012 se realizaron casi 313 millones de operaciones en todo el mundo, lo que supone un aumento del 38% con respecto a la cifra estimada de 226,4 millones que se realizaron en 2004.
No obstante, solo un 30% de esas cirugías se realizaron en los 104 países que gastan menos de 400 dólares per cápita al año en atención médica (unos 363 euros), los cuales representan cinco mil millones de personas o el 71% de la población mundial.
"Resulta evidente que hay diferencias inmensas en el acceso a la cirugía a nivel mundial, y esto apunta a una necesidad no satisfecha de atención quirúrgica y cobertura anestésica en muchos países", ha explicado el doctor Thomas Weiser, especialista en Cirugía del Centro Médico de la Universidad de Stanford. "La atención quirúrgica puede salvar vidas y también ayuda a prevenir discapacidad a largo plazo resultante de lesiones, infecciones, cánceres o afecciones maternas".
"Además de las desigualdades en el acceso, la seguridad de la atención quirúrgica es una preocupación primordial a raíz de la inmensa y creciente cantidad de intervenciones quirúrgicas que se llevan a cabo anualmente en todo el mundo", añade Weiser.
"Nuestro estudio también destaca la escasez de datos estandarizados y accesibles sobre cirugía. Solo 66 de los 194 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud cuentan con datos quirúrgicos. Tuvimos que extrapolar cifras para el resto de los países", comenta, y añadie: "Los responsables políticos y los donantes necesitan mejores datos sobre la necesidad no satisfecha en lo que respecta a la cirugía, de modo que puedan proporcionar un apoyo adecuado para el fortalecimiento de los sistemas de salud".
Los autores definieron el gasto sanitario per capita como muy bajo si estaba en 100 o menos dólares al año, bajo entre 101 y 400 dólares, medio entre 401 y 1.000 dólares y el gasto alto como más de 1.000 dólares.
A pesar de que el aumento más importante en cirugía entre los años 2004 y 2012 ocurrió en países de gastos muy bajos (69% o entre 394 y 666 operaciones en una población de 100.000 al año) y en países de gastos bajos (114,6% o entre 1-851 y 3.973 en una población de 100.000 al año), las discrepancias entre países ricos y pobres persistieron.
El doctor Walter Johnson, que coordina el Programa de la OMS para la Atención de Emergencia y Quirúrgica Esencial, considera que el estudio es importante porque plantea preguntas sobre si los países están proporcionando las cirugías que requiere la población.
Por ejemplo, el estudio descubrió que los partos por cesárea abarcaban el 29,6% del total del volumen de intervenciones quirúrgicas en los países con gastos muy bajos, pero sólo el 2,7% en los 44 países con gastos muy altos que representan el 17,7% de la población mundial (unos 1.200 millones de personas).
"Los resultados sugieren que, mientras algunos países proporcionan más cesáreas per cápita que hace una década, los otros cuidados de emergencia e intervenciones quirúrgicas para salvar vidas no están disponibles para la mayoría de personas que las necesitan en países de ingresos bajos y medios", explica Johnson.
En mayo de 2015, la Asamblea de la Salud aprobó por unanimidad la resolución Fortalecimiento de la atención quirúrgica esencial, de emergencia, y anestesia, como componentes de la cobertura sanitaria universal. En ella se instaba a los países a incorporar atención quirúrgica a sus sistemas sanitarios como "un paso hacia la cobertura universal de la salud".
El año pasado se publicaron los resultados de The Lancet Commision sobre cirugía mundial, en el que se destaca la falta de acceso a la cirugía a nivel mundial, las "frecuentemente catastróficas consecuencias financieras de los pagos directos de atención quirúrgica", y las mejoras resultantes en las economías nacionales de países que llevaban a cabo una modesta inversión en servicios quirúrgicos.
"La comunidad internacional de donantes se ha centrado tradicionalmente en las enfermedades infecciosas", ha explicado Johnson. "Pero ahora el cambio en la carga de enfermedades ha pasado de patolgoías transmisibles a condiciones y lesiones no transmisibles. Y éstas, por supuesto, requieren mayores procedimientos quirúrgicos".