Fuente: Sinc
Las cefaleas son una de las afecciones más prevalentes e incapacitantes en todo el mundo. Sin embargo, los estudios sobre su prevalencia pueden variar mucho en sus métodos y muestras, lo que puede influir en la estimación del número global de casos registrados.
Ahora, investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) han revisado 357 publicaciones de entre 1961 y finales de 2020 para estimar la incidencia real en el mundo. Para su análisis, publicado hoy en el The Journal of Headache and Pain, han tenido en cuenta artículos que informaban principalmente sobre adultos de entre 20 y 65 años, aunque también algunos que incluían a adolescentes y niños, y a personas mayores de 65.
Todos los tipos de cefaleas fueron más frecuentes en las mujeres que en los hombres, sobre todo las migrañas y los dolores de cabeza durante 15 o más días al mes
Así, los autores estiman que el 52 % de la población mundial ha sufrido un trastorno de cefalea durante el periodo de un año. Es más, el 4,6% lo padece durante 15 o más días al mes, el 14 % declara una migraña, y el 26 % un dolor de cabeza de tipo tensional.
Por otro lado, de los 12 estudios que informaron sobre este trastorno durante el último día, los autores estiman que el 15,8 % de la población mundial lo ha sufrido, y casi la mitad de esos individuos informan de una migraña (7 %).
“La prevalencia de los trastornos de cefalea sigue siendo alta en todo el mundo. Más de la mitad de las personas tienen dolor de cabeza cada año, y casi el 5 % más de la mitad de los días de un mes”, explica a SINC Lars Jacob Stovner, autor principal de la NTNU.
“Debemos esforzarnos por reducir esta carga mediante la prevención y un mejor tratamiento. Animar a los médicos y a los responsables de los sistemas sanitarios a mejorar la atención para estos pacientes. Y esto incluye la información a las personas afectadas y una mejor prevención y tratamiento de los episodios”, añade Stovner.
Todos los tipos de cefaleas fueron más frecuentes en las mujeres que en los hombres, sobre todo las migrañas (17 % en ellas frente al 8,6 % en ellos) y los dolores de cabeza durante 15 o más días al mes (6 % frente al 2,9 %).
Los autores también investigaron la asociación entre los métodos de estudio y las estimaciones de las cefaleas. Algunas de las diferentes medidas que analizaron, como las preguntas de cribado, el tamaño de la muestra, el año de publicación y la forma de aplicar los criterios de diagnóstico, entre otras, explicaron el 29,9 % de la variación en los valores de migraña (algo menos en el caso de otros dolores de cabeza).
Más investigación para optimizar los datos
Los científicos reconocen que la mayoría de las publicaciones que revisaron procedían de países de renta alta con buenos sistemas sanitarios, por lo que esto puede no reflejar todos los territorios. Tampoco tiene en cuenta el grado de incapacidad de la enfermedad en los pacientes. “Una mayor investigación en países de ingresos medios y bajos ayudaría a presentar una estimación global más precisa”, apuntan.
Sin embargo, para obtener datos del mayor número posible de países, los autores recurrieron a una amplia gama de estudios que tomaron muestras de participantes fuera de los entornos clínicos, como empleados de una empresa, estudiantes universitarios y personal de hospitales, entre otros.
Los científicos reconocen que la mayoría de las publicaciones que revisaron procedían de países de renta alta con buenos sistemas sanitarios, y no tuvieron en cuenta el grado de incapacidad de la enfermedad en los pacientes
“En comparación con las cifras existentes, los datos sugieren que las tasas de cefaleas y migrañas pueden estar aumentando. Sin embargo, dado que solo pudimos explicar el 30 % o menos de la variación en las estimaciones con las medidas que examinamos, sería prematuro concluirlo de forma definitiva”, subraya Stovner.
Los expertos concluyen que este estudio proporciona una base de referencia sobre cómo evaluar las tasas de cefaleas en todo el mundo y que las próximas investigaciones podrían basarse en ella para mejorar los métodos de medición del éxito de intervenciones y terapias.
“También puede ser interesante en el futuro analizar las diferentes causas de estos dolores de cabeza que varían entre los grupos para orientar la prevención y el tratamiento de forma más eficaz”, afirma el investigador noruego.