Fuente: 20 Minutos
El estallido de la crisis sanitaria del coronavirus, los periodos de confinamiento domiciliario y el cambio de hábitos por la pandemia son solo algunos de los factores que han propiciado un aumento de los episodios de estrés, ansiedad y otros trastornos entre la población.
De hecho, el covid ha generado un profundo impacto en la salud mental de las personas, pero también en la física. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver (Canadá) ha tratado de analizar cómo ha afectado el estrés provocado por la propia pandemia en la ovulación y menstruación.
Alteraciones ovulatorias silenciosas"
El estrés y los cambios de la rutina diaria han provocado una alteración de la ovulación durante el ciclo menstrual, refleja esta investigación presentada en 'ENDO 2022', la reunión anual de la Sociedad Endocrina norteamericana, y publicada en la revista 'Journal of the Endocrine Society'.
"Muchas mujeres informaron haber tenido períodos menstruales tempranos o inesperados en los días posteriores a la vacunación contra el COVID-19".
Se trata del primer estudio que observa las alteraciones ovulatorias sin interrupción del ciclo menstrual durante la pandemia. "Las interrupciones de la vida y el estrés llevaron a una ovulación alterada con una duración o niveles de progesterona reducidos", destacan en el comunicado emitido por la Sociedad Endocrina.
"Es probable que estas alteraciones ovulatorias silenciosas expliquen por qué tantas mujeres que no toman anticonceptivos hormonales informaron haber tenido períodos menstruales tempranos o inesperados en los días posteriores a la vacunación contra el COVID-19", señala Jerilynn C. Prior, MD, FRCPC, profesora de endocrinología en la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá.
Los efectos de la pandemia en los ciclos menstruales
Para llevar a cabo la investigación, el equipo comparó los resultados de dos estudios independientes que tenían 13 años de diferencia sobre la ovulación y menstruación. El primero se llevó a cabo entre 2006 y 2008 con un grupo de 301 personas, mientras que el segundo se realizó durante la pandemia a 112 participantes. "Ambos estudios incluyeron menstruantes de 19 a 35 años de edad, que no tomaban anticonceptivos hormonales sistémicos o combinados".
"Casi dos de cada tres mujeres que participaron en el estudio durante la COVID-19 no ovulaban con normalidad", destaca la profesora. Las mujeres experimentaron fases lúteas cortas, en las que se liberó un óvulo sin tiempo suficiente desde la ovulación para que ocurriera el embarazo, o anovulación, lo que significa que no se liberó ningún óvulo.
"Al comparar los dos estudios, y especialmente sus diarios, podemos inferir que las interrupciones de la vida pandémicas del SARS-CoV2 causan trastornos ovulatorios silenciosos dentro de los ciclos menstruales en su mayoría regulares, lo que proporciona un experimento único de la naturaleza", concluye.