Fuente: Noticias RTV
Si tu hijo ronquido y tiene el sueño sin descanso dificultad para concentrarse, bajo rendimiento escolar, cambios de humor, atención: puede tener Apnea obstructiva del sueño, un trastorno mucho más frecuente en adultos, pero que aún puede afectar a los niños. Sin un diagnóstico y tratamiento adecuados, es capaz de causar problemas de salud como presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares y déficit de crecimiento.
Según la Sociedad Brasileña de Neumología y Tisiología (SBPT), se estima que alrededor del 10% de los niños roncan. De estos, del 1% al 3% tienen apnea y mala calidad del sueño. En adultos, este número supera el 30%.
Pero, ¿qué es la apnea obstructiva del sueño? “Son pausas respiratorias recurrentes que se dan mientras la persona duerme, bloqueando el paso del aire a los pulmones. La persona deja de respirar un poco y regresa. Detente y vuelve”, explica Leonardo Goulart, neurólogo especialista en medicina del sueño del Hospital Israelita Albert Einstein.
Goulart explica que la interrupción recurrente de la respiración durante el sueño tiene diferentes consecuencias: la oscilación de la oxigenación de la sangre, por ejemplo, pone en alerta al cerebro. En este estado, el cerebro provoca microdespertares, que comprometen la calidad del sueño.
Otra consecuencia es que el sueño fragmentado interrumpe el día siguiente. Los cambios de comportamiento, la irritabilidad y los déficits de aprendizaje son comunes.
Además, la apnea del sueño afecta el metabolismo. “Esto está menos estudiado en niños, pero puede haber una disfunción de las hormonas que regulan el hambre y el almacenamiento de grasa. Esto puede conducir a la obesidad y otros cambios”, advierte el médico.
El diagnóstico
El SBPT enumeró signos que los padres deben observar en sus hijos:
“Siempre que el sueño del niño sea inquieto y ruidoso, necesita ser evaluado por un profesional. No roncar es normal”, reitera la otorrinolaringóloga Sandra Dória, especialista en medicina del sueño e investigadora del Instituto do Sono. “Todo ruido, si es recurrente y se produce de tres a cuatro veces por semana, debe servir como señal de alerta”, añade.
El diagnóstico de apnea generalmente se realiza en el consultorio, pero en algunos casos específicos se respalda con polisomnografía, una prueba que evalúa la calidad del sueño.
Cómo tratar la apnea del sueño
Al principio, si el niño es obeso, bajar de peso ayuda a controlar el problema. Cambie también la posición para dormir (ponga al niño a dormir de lado, no boca arriba).
Si estas acciones no funcionan, existe la posibilidad de una cirugía para extirpar las amígdalas y adenoides o CPAP, un dispositivo que empuja aire hacia los pulmones a través de una máscara colocada sobre la nariz durante la noche, evitando que se produzcan pausas en la respiración durante el sueño.
“En los niños, el desarrollo y crecimiento facial por sí solo puede ayudar a disminuir la apnea. Entonces, el uso de CPAP suele ser por poco tiempo, a diferencia de los adultos”, enfatiza Goulart.
Enfoque especial para los niños
Para ayudar a padres e hijos a identificar el problema, el Instituto do Sono, con el apoyo de la AFIP (Asociación Fondo de Ayuda a la Investigación), lanzó una edición de la historieta Dona Ciência dedicada al tema. La revista ofrece material de divulgación científica con un lenguaje simplificado de forma lúdica, con especial foco en los niños.
“En Dona Ciência hablamos de varios temas de actualidad: vacuna Covid-19, higiene bucal, lactancia materna. Y también la importancia del sueño, que ocupa un tercio de nuestra vida”, dice Monica Levy Andersen, directora de Educación e Investigación del Instituto do Sono y creadora de la colección.