Fuente: Alimente (El Confidencial)
España ha vivido una ola de calor histórica que ha dejado temperaturas de hasta 44 grados en algunos puntos de la geografía. Se trata de un episodio fuera de lo común, por ser de las más intensas y duraderas registradas en el país en los últimos años. Pero no va a ser la última de este verano.
De hecho, este intenso calor está teniendo un fuerte impacto en la salud de la población, puesto que las altas temperaturas pueden provocar la deshidratación de las personas, así como provocar dermatitis, quemaduras, insolaciones o calambres y, en los casos más extremos, puede llevar a la muerte a causa de un golpe de calor.
La sudoración excesiva es otro de los inconvenientes y, aunque es un proceso natural de nuestro organismo para enfriar el cuerpo y regular la temperatura, lo cierto es que algunas personas pueden sufrir alergia al propio sudor.
Sínbtomas y tratamiento
Según los expertos, esta patología es una reacción en la piel provocada por la exposición al frío o al calor que se manifiesta en forma de picor o ronchas. Esto provoca que el sudor active una reacción alérgica a nivel cutáneo, pero esta está causada por la ropa, el desodorante o el jabón, según afirman desde Perspirex, un portal especializado en temas de sudoración y dermatología.
Entre los síntomas de la alergia al sudor encontramos erupciones, ronchas o sarpullidos cutáneos en las zonas que más transpiran, es decir, pies, cuello, axilas o brazos. También se puede manifestar en forma de picor, descamación o hinchazón en las zonas de mayor exposición al sol. Incluso pueden sentirse náuseas, dolor de cabeza, aumento de salivación, dificultad para respirar y cansancio excesivo.
Para evitarla, lo mejor es no realizar actividades en las cuales sabemos que vamos a sudar en exceso y se recomienda darse baños de agua fría, usar tejidos naturales y utilizar productos antitranspirantes. Además, es esencial mantener la piel hidratada con protección solar en todo momento antes de exponerla al sol.
En cuanto al tratamiento, pueden utilizarse antihistamínicos sin receta médica, aunque lo ideal es acudir al médico o farmacéutico para que haga una valoración al respecto y te asesore de forma correcta. También se pueden usar antitranspirantes y cremas hidratantes para aliviar los síntomas.