FUENTE: SER

En una nueva edición de Encuentros SER hemos querido conocer un poco más el trabajo del farmacéutico de hospital, "el gran desconocido del sistema sanitario", a pesar de tener un papel muy importante para la recuperación de los pacientes que están ingresados en centros hospitalarios, pero también enfermos crónicos.

En los últimos años ha aumentado considerablemente el número de farmacéuticos hospitalarios, aunque siguen siendo bastante pocos. Por ejemplo, en la ciudad de València hay actualmente unos 150 profesionales, 350 en la Comunitat Valenciana.

Como decía Emilio Monte, jefe de Sección de Farmacia Hospitalaria del Hospital La Fe de València, se trata de un trabajo nada sencillo, no sólo se encargan de tener preparada la medicación necesaria y adecuada para cada paciente en el momento preciso para su dispensación, también realizan una labor, cada vez más importante de investigación, para buscar los medicamentos más apropiados para cada paciente.

Para Juan Pablo Ordovás, jefe de Sección de Farmacia Hospitalaria del Hospital Dr. Peset y vocal de Farmacia Hospitalaria del Colegio de farmacéuticos de Valencia, se trata de una profesión vocacional que ha cambiado mucho en la última década gracias a la formación constante, el trabajo de investigación y el papel cada vez más considerado de su sociedad científica.

Por su parte, Jesus Larruga, jefe de Servicio de prestación farmacéutica y de la Dirección General de Farmacia y productos sanitarios de la Conselleria de Sanitat, reconoce los farmacéuticos hospitalarios fueron valorados primero por la necesidad de las administraciones de contar con servicios de farmacia en los hospitales para abaratar el coste de los medicamentos, principalmente gracias a la compra centralizada. Eso sí, ahora su necesidad e importancia no está pensada tanto en ese factor, sino en su papel para mejorar la valoración y ofrecer una atención completa y personalizada a cada paciente.

Tanto Monte como Ordavás han aplaudido el trabajo que se ha hecho en los últimos años para modernizar las oficinas farmacéuticas de los hospitales, creando salas blancas, estériles, donde poder preparar los medicamentos para los pacientes y sobre todo para garantizar la seguridad de estos profesionales, al tratarse de compuestos muy tóxicos. Se ha invertido en tecnología y también en la robotización y la infraestructura logística.

Se trata de una profesión cada vez más reconocida. Prueba de ello es que tanto la administración como el resto de profesionales sanitarios piden cada vez más la opinión y la participación en las decisiones de los farmacéuticos. Aún así, Emilio Monte cree que todavía podrían estar más reconocidos y lo ejemplificaba con lo poco que se habla de ellos dentro de los equipos de trasplantes de órganos, cuando tienen un papel vital para su éxito.

Larruga ha explicado que actualmente hay 103.000 pacientes de la Comunitat Valenciana que reciben a través de las farmacias hospitalarias sus tratamientos (más de 196.000 en el último año), llegando a dispensarse más de 20 millones de unidades (pastillas...) en este año.

Desde la pandemia se ha realizado una apuesta muy importante por acercar esos tratamientos a los pacientes. Aquí, a diferencia con otras comunidades autónomas, se ha optado por fortalecer la colaboración con las farmacias comunitarias. Es algo que todavía se puede mejorar, estableciendo mejores lazos de colaboración que al final redunden en un beneficio para el paciente. Monte explica que se está optando por establecer criterios de equidad, para acercar esos medicamentos a quienes más lo necesitan, pero cree que es vital, antes de llevar a casa los medicamentos, dispensarlos a través de las oficinas de farmacia, para no perder ese canal tan necesario para garantizar la seguridad de los mismos.

Precisamente la pandemia supuso un momento muy duro para estos profesionales, principalmente por la falta de medicamentos que sirvieran para curar la enfermedad. También por el desabastecimiento de medicamentos. Ahora bien, pasado lo peor de la crisis sanitaria, reconocen que ha servido para fortalecer el sistema y los lazos de colaboración y también para reconocer que hay que trabajar más para estar preparado ante futuras pandemias.

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