FUENTE: Correo Farmacéutico.
La Comisión Europea ha presentado este jueves su propuesta de reforma del IVA para los países miembro, cuyo objetivo es combatir el fraude fiscal y la evasión de esta tasa en el comercio intracomunitario. La propuesta plantea dos opciones de reforma a los países miembro que respetaría la libertad de los Estados para mantener sus actuales exenciones (como la que afecta a los medicamentos) y los tipos reducidos (que se aplican a productos sanitarios, por ejemplo).
La estrategia europea de reforma del IVA (VAT Action Plan) estima que el fraude de esta tasa en el marco de la UE ronda los 50.000 millones de euros y que la brecha fiscal por las diferencias en términos de recaudación esperada frente a la real rondarían los 168.000 millones (con respecto a datos de 2013). Esta estrategia servirá de base para la propuesta que la Comisión Europea quiere presentar en 2017 de cara a mejorar la cooperación administrativa en materia de IVA y del Eurofisc (plataforma europea de servicios de asesoramiento fiscal) y para el diseño definitivo de un sistema único de IVA intracomunitario.
En la actualidad, los Estados miembro deben aplicar una tasa estándar mínima del 15 por imponible a bienes y servicios. Además, tienen la posibilidad de fijar una tasa mínima del 5 por ciento a una lista bienes y servicios y de fijar un régimen de exenciones, manteniendo los tipos superreducidos (conocidos como las tasas cero) que tenían cuando el Estado se sumó a la UE.
DOS OPCIONES
Lo que ahora pone sobre la mesa la Comisión serían dos opciones que, en cualquier caso, persiguen "modernizar" y "dar más flexibilidad a los Estados en el futuro" en la fijación de los tipos de IVA. Para ello plantea dos opciones que los países tendrán que estudiar. La primera, "ampliaría la posibilidad de conceder tasas reducidas y revisaría periódicamente la lista de bienes y servicios. Bajo esta opción, todas las tarifas actualmente existentes, incluyendo las exenciones (tasas cero) ya concedidos por ley a determinados países se mantendrían y podrían extenderse a todos los Estados miembros para garantizar la igualdad de trato", según recoge el documento explicativo de la Comisión Europea.Además, se mantendrían la tasa mínima estándar del 15 por ciento.
El segundo modelo se basaría en el principio de que "los Estados miembro son libres paraseguir la política de tasas reducidas que deseen, siempre que ello no genere distorsiones fiscales". En este caso, tendrían que establecerse salvaguardas para "evitar competencia fiscal desleal y el fraude fiscal, tales como límitaciones al número de diferentes tasas que podrían adoptar y prohibición de tasas reducidas en artículos fácilmente transportables y de alto valor".