Solo mirando en Instagram o Tik Tok se aprecia la sensibilidad que los adultos jóvenes tienen ante los problemas de salud mental. La generación Z- que aglutina a los nacidos con el cambio de milenio, entre el año 1990 y el 2010- ha vivido con especial angustia los problemas derivados de la pandemia de covid, y prioriza el cuidado de su bienestar psicológico frente a otras necesidades. De hecho, la mitad de los jóvenes entre 20 y 30 años afirma recibir tratamiento por ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo u otros problemas de salud mental. Esta cifra es casi el doble que la de otras generaciones, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de una asistencia sanitaria mental accesible y eficaz.
Estas son algunas de las conclusiones del informe "Generation Z: Shaping the Future of Consumer Trends", con datos de cerca de 3.000 jóvenes por la consultora Oliver Wyman.
"Los Z" son 1,9 veces más propensos que otras generaciones a sufrir problemas de salud mental. Una de las razones de estas elevadas cifras podría ser la presión que se imponen a sí mismos. Como generación que se caracteriza por valorar y defender el activismo y la inclusión, también tiene mayores y más altas expectativas en múltiples aspectos de la vida, por lo que les resulta sencillo decepcionarse. Otra característica distintiva de esta generación es su preocupación por el autocuidado y la demanda que hacen de experiencias holísticas destinadas a mejorar el bienestar.
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