Se estima que más de 160.000 personas sufren la enfermedad de Parkinson en nuestro país, una patología neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva. Todavía sin cura, anticiparse al desarrollo de la enfermedad resulta determinante para frenar sus síntomas, de ahí que la ciencia esté centrada en la detección precoz del problema. Y se están logrando pasos en esta dirección, ya que neurocientíficos de Duke Health, en Estados Unidos, han desarrollado un análisis de sangre que detecta el párkinson, estableciendo potencialmente una forma de ayudar a diagnosticar la afección antes de que empeore el daño al sistema nervioso, tal y como se publica hoy en la revista científica «Science Translational Medicine».
En concreto, esta nueva prueba de diagnóstico basada en sangre sería un avance importante para la enfermedad de Parkinson, que afecta a 10 millones de personas en todo el mundo y es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común después del alzhéimer.
Diagnóstico precoz
«Actualmente, la enfermedad de Parkinson se diagnostica en gran medida basándose en los síntomas clínicos después de que ya se ha producido un daño neurológico significativo», asegura la autora principal Laurie Sanders, Ph.D., profesora asociada en los departamentos de Neurología y Patología de la Facultad de Medicina de Duke y miembro de la Duke Centro de Neurodegeneración y Neuroterapéutica.
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