Debemos asegurarnos de que están alejados de fuentes de calor y humedad.

El aire, la luz, el calor o la humedad son algunos factores que pueden dañar un medicamento. Y es que el correcto almacenaje de los fármacos es una manera muy importante de mantener el uso seguro de estos hasta su caducidad.

El lugar ideal es un sitio seco y fresco. La cocina y el baño son las habitaciones de la vivienda en las que se producen más cambios de temperatura y de humedad, por lo que no son las más indicadas para guardarlos. Sin embargo, teniendo en cuenta que suele ser una práctica común, si guardamos los medicamentos en un armario de la cocina, debemos asegurarnos de que están alejados de las fuentes de calor o humedad que pueden afectarles.

Noticia completa en La Razón.

Farmacias abiertas y de urgencia más cercanas