Fuente: Las Provincias
La DANA afectó a 421 farmacias de la provincia de Valencia, dejando a la mayoría sin servicio y destrozando muchos locales. Una semana después ya sólo quedan 47 no operativas y antes del fin de semana van a abrir algunas más, entre ellas dos en Paiporta. El principal almacén distribuidor de medicamentos, que está en Massanassa, quedó inundado por la riada y además en las dos primera noches los delincuentes lo desvalijaron. Sin almacén y sin farmacias, el reto era enorme, pero las farmacias valencianas garantizan el suministro a todas las localidades.
Desde el Colegio de Farmacéuticos (MICOF) y la Conselleria de Sanidad trabajaron desde la propia noche fatídica del 29 de octubre para asegurar que llegaban los medicamentos a todas las poblaciones. «Desde el primer momento hemos atendido todas las necesidades. Actualmente hay una farmacia en cada población al menos, y si es precaria la asistencia la tenemos reforzada con botiquines, con Cruz Roja y la ONG Farmamundi», señala el presidente del MICOF, Jaime Giner.
«Era muy complicado desplazarse pero hemos estado coordinados con la conselleria. Había orden de que se pudiera dar sin ningún problema abastecimiento entre farmacias, lo primero era el paciente. La Policía Local, la Guardia Civil o la UME se podían desplazar en las zonas donde no llegaban las furgonetas, cualquier autoridad podía ir a cualquier farmacia si se coordinaba. Se ha paliado de la mejor manera, y siempre las farmacias de las zonas de alrededor han estado dispuestas a facilitar la situación», añade Giner.
Desde el almacén Massanassa se distribuían los productos a toda la provincia, pero ha quedado destrozado y robado. «Esa misma noche ya viajaban tres camiones desde el almacén de Palau-solità en Barcelona llenos de medicamentos para suministrar en Valencia», afirma el presidente del colegio. También desde Alicante, Castellón, Murcia o Madrid están llegando medicamentos a Valencia. «Actualmente vienen pedidos ya en cubetas precintadas, aquí los esperan en furgonetas, se trasvasa y se inician las rutas. No se ha interrumpido el servicio de medicamentos en ningún momento», destaca Giner.
Desde el MICOF no han podido hacer aún cálculos de las pérdidas que ha tenido el sector farmacéutico valenciano, pero se han centrado en seguir dando el servicio a los clientes y pacientes. Allí donde no llegaban las furgonetas de reparto, la UME en los primeros días suministraba a los enfermos su medicación. «Y ahora hay muchos problemas de tráfico, hay cosas que pueden llegar con unas horas de retraso, pero llega el propio día», indica el secretario del colegio profesional, Vicente Colomer. El problema ahora en muchos establecimientos que están no operativos es la falta de comunicaciones, que no tienen internet para acceder a la receta electrónica, electricidad, pero varias están ultimando su reapertura. «Inevitablemente van a haber colas», avisa el presidente.
Tanto las farmacias como Sanidad están pidiendo que no se donen más medicamentos, porque está prohibido al romperse la cadena de custodia, y por tanto todo ese material se va a destruir. «Hay montañas de medicamentos que habrá que gestionar para destruir y que no dañe el medio ambiente», lamenta Giner.
Sin embargo, hay muchos voluntarios que siguen repartiendo, con buena voluntad, medicamentos llevados por ellos mismos entre los vecinos de las zonas afectadas, como ayer ocurría en Paiporta, una situación que Sanidad quiere evitar para garantizar la seguridad.
Desde la conselleria y el MICOF han habilitado que para cualquier paciente, el farmacéutico pueda comprobar que necesita ese tratamiento, y se le suministre la medicación, ya que muchos han perdido el SIP en la inundación, y se ha habilitado acceder por DNI, así como también exenciones de copago. «Muchos pacientes no podían ir a hacer la renovación de tratamientos a los centros de salud. Se habilitó una prórroga de tratamientos de 45 días, y esto ha supuesto prolongar 217.000 tratamientos de pacientes crónicos», señala el presidente.
Pese a que cientos de farmacéuticos, desde el colegio y la conselleria están «en el barro» para ayudar a rehabilitar farmacias, se encuentran con que policías y militares les impiden el paso, lo que provoca retrasos y críticas del sector. «El equipo está enfadado porque encuentra dificultades para acceder, aunque se identifiquen como farmacéuticos, porque las fuerzas que controlan el acceso no les dejan. Solicitamos que dejen acceder porque depende de ello que las farmacias puedan estar antes en funcionamiento», alerta Giner.
Sobre las infecciones que están empezando a expandirse entre los vecinos y voluntarios por el barro y suciedad acumulados, Giner no espera que se acaben transformando en grandes enfermedades y epidemias «porque aquí hay infraestructura sanitaria y se solucionará. Lo único es el tétanos, pero no hay problema, porque la administración tiene vacunas, los centros de salud tienen varios miles de vacunas antitetánicas. Y también hay controles de agua constantes desde Sanidad», explica.
Desde el colegio de farmacéuticos de Valencia van a donar 100.000 euros a los establecimientos y profesionales afectados, a los que se sumarán ayudas de laboratorios y entidades y lo que se ingrese en una cuenta bancaria habolitada para hacer donaciones. «Y si es necesario el apoyo y más dinero no habrá problema, porque el colegio tendrá fondos propios para ayudar a las farmacias y farmacéuticos. Hay mucho que gestionar, los seguros, estamos negociando con el consorcio, cómo se valora el stock de medicamentos, y pedimos que se pueda utilizar la última copia de seguridad que tenían antes de la Dana», apunta.