¿Sabías que la postura de la montaña o la del guerrero II pueden aliviar el dolor de espalda? Descubre cómo la alineación y el uso de accesorios de este estilo de yoga estimula la conexión entre el cuerpo y la mente

El yoga Iyengar gira en torno a la alineación correcta de las posturas físicas, conocidas como asanas, ejecutadas con firmeza y comodidad, las cuales disponen de una geometría específica para favorecer el equilibrio físico, mental y espiritual. Con la finalidad de ajustarse a la edad y habilidades de cada practicante, este estilo incluye el uso de accesorios o props, como bloques, cinturones, mantas, cojines y sillas. La incorporación de estas herramientas permite realizar las posiciones corporales con mayor precisión —pero sin forzar el cuerpo—, por lo que se considera una técnica segura.

Entre los beneficios asociados a su práctica destacan la reducción del dolor, así como el aumento de la concentración y la flexibilidad. Si quieres saber de qué trata el yoga Iyengar, continúa la lectura de este artículo.

¿Qué distingue al yoga Iyengar?

El Hatha yoga es el predecesor del Iyengar se enfoca en la ejecución de las asanas y las técnicas de respiracación. Su objetivo es busca el equilibrio entre la energía más activa (solar) y aquella vinculada a la relajación y al descanso (lunar) que se encuentran en tu interior.

Esta modalidad toma su nombre de su desarrollador B.K.S. Iyengar, quien pretendía combinar los conocimientos científicos sobre anatomía de la década de 1960 con el sistema antiguo de yoga del que era estudioso. De esta forma, nació un enfoque dirigido a todas las personas, sin importar su nivel de experiencia.

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