Autora: Beatriz Nebot, responsable del Área de Atención Colegial
Como profesionales sanitarios que somos, los farmacéuticos, especialmente los comunitarios, hemos experimentado un aumento de ciertos actos ilícitos contra nuestra profesión. Para enfrentar este problema, el MICOF implementó un protocolo de notificación y registro de agresiones, con el objetivo de dar visibilidad a estos actos, notificar a las autoridades pertinentes y contribuir a su protección. Dicho protocolo se dio a conocer a los colegiados el pasado mes de julio de 2024 y se puede acceder al formulario de registro de agresiones mediante ventanilla única.
La definición de agresión que se incluyó en dicho protocolo engloba cualquier ofensa verbal o física dirigida a los farmacéuticos y a su personal, así como daños a la propiedad motivados por el ejercicio profesional farmacéutico.
Pero desde su implantación y aunque también se solicitó que se informara sobre otros actos ilícitos que llevan su registro independiente, se está valorando su unificación en este protocolo, lo que conllevaría modificaciones y ampliaciones en el formulario de comunicación de agresiones.
El motivo es que si bien los hurtos, robos o estafas, ya sea en grado de tentativa o consumado quizá no se consideran principalmente dentro del ejercicio en sentido estricto de la profesión, hay que valorar su integración en el protocolo cuando está relacionado con el centro, servicio o establecimiento sanitario en el que esta se desempeña.
Como ya se ha indicado, independientemente de que la Conselleria de Sanitat disponga de sus herramientas de registro, notificación y Plan frente a estas agresiones, los farmacéuticos que presten sus servicios en instituciones públicas también deben notificar al Colegio dichas agresiones para poder disponer de toda la información y elevarla, entre otros organismos, al Observatorio de Agresiones a Farmacéuticos del Consejo General, creado con el fin de mejorar el alcance y efectividad de los distintos protocolos elaborados por los distintos COF como el del Colegio de Valencia.
Los objetivos del Observatorio incluyen registrar y monitorizar casos, analizar información para identificar patrones, visibilizar la problemática, fomentar la colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad y promover la formación en manejo de situaciones conflictivas.
La plataforma permitirá a los farmacéuticos informar sobre agresiones, registrando detalles como el momento y lugar del incidente, el tipo de agresión, las características del agresor, las acciones emprendidas y las consecuencias.
Los datos recopilados son accesibles tanto para el COF correspondiente como para el Consejo General. Los informes generados permiten filtrar información por fecha y analizar datos específicos sobre las características del agredido, el turno de trabajo, el tipo de agresión, los delitos contra el patrimonio y el lugar de la agresión, así como los motivos y consecuencias de los incidentes.
La colaboración con las fuerzas de seguridad es fundamental para frenar las agresiones. Existen 59 Interlocutores Policiales Sanitarios en las principales ciudades del país. En nuestra comunidad, la Inspectora Jefa de la Policía Nacional es la Interlocutora Policial Territorial Sanitaria, el enlace entre la policía y las profesiones sanitarias.
El nuevo proyecto se está desarrollando y se irá ampliando la información en breve. Se trabajará en red y se establecerá la coordinación oportuna entre todos los Colegios de Farmacéuticos y el Consejo para su implantación y avance.
El Observatorio busca así mejorar continuamente el protocolo y la plataforma, promoviendo la colaboración entre instituciones para frenar las agresiones. Para más información, los interesados pueden consultar en el siguiente enlace el Protocolo de notificación y registro de agresiones a los farmacéuticos del MICOF.