La serotonina es un neurotransmisor derivado del triptófano, presente en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal. Incluso existen pequeños niveles de serotonina en los gránulos plaquetarios.
La práctica totalidad de la serotonina del organismo es periférica y producida por células intestinales, tal como indica una investigación publicada en la revista Nutrición Hospitalaria. El 10% restante se corresponde con el neurotransmisor central, liberado por las neuronas serotoninérgicas.
En este sentido, es importante destacar que la barrera hematoencefálica es impermeable a ella. Es decir, que la serotonina central y la periférica pertenecen a dos pools diferentes que no se mezclan.
Dada su distribución y la complejidad de su sistema de receptores, interviene en múltiples funciones, muchas contrapuestas. Así, a nivel cerebral, influye en el estado de ánimo, en la memoria y el aprendizaje… Mientras que, en el tracto gastrointestinal, es fundamental para el peristaltismo y las secreciones gástricas.
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