FUENTE: Diario Información
No han sido unos años buenos para la salud mental. El consumo de ansiolíticos y antidepresivos se ha disparado en la provincia, coincidiendo con los años de crisis económica. Tanto que el año pasado, según datos aportados por la Conselleria de Sanidad, se emitieron a través de la Seguridad Social 2,2 millones de recetas de los diez fármacos más consumidos para tratar problemas psicológicos menores, como la depresión o la ansiedad, lo que supone un aumento del 31% respecto a las 1,7 millones de recetas dispensadas en el año 2008,al inicio de la crisis.
Despidos, endurecimiento delas condiciones laborales, desahucios y un sentimiento general de estar en un agujero del que es difícil salir. En las consultas de los médicos de familia también se ha notado este aumento de patologías mentales derivadas de la situación económica y social, y que ya centran un 20% de las consultas que se realizan a estos facultativos. Sin embargo, los expertos alertan de que, en paralelo a los problemas derivados de la crisis, actualmente se tiende a hacer patológico cualquier estado de ánimo negativo. «En general tenemos una baja tolerancia a la frustración y si podemos aliviarlo de manera rápida con una pastilla, tanto mejor», señala José Antonio López, vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada. En este sentido, López alerta de que vamos camino de equipararnos a sociedades como la americana, donde el 44% de la población sufre problemas mentales menores, como depresión o ansiedad.
En España son un 25% y subiendo, por lo que este profesional augura que la venta de estos fármacos «seguirá al alza en los próximos años». Otro elemento a tener en cuenta, a juicio del responsable de la Asociación de Psiquiatría Privada, es la facilidad con la que en España se obtienen estos medicamentos. «En otros países de Europa te los recetan bajo un diagnóstico muy preciso y sólo en tratamientos muy limitados en el tiempo». Esta visión la comparten otros profesionales como Francisco Pérez, presidente en la Comunidad Valenciana de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AENCV). «Hoy en día queremos una solución rápida a los problemas. Que el psicólogo o psiquiatra nos reciba cuanto antes, nos recete un fármaco y superar la situación cuanto antes». Por su parte, Ana Sánchez, vicepresidenta de AEN-CV también reivindica una mayor presencia de psicólogos clínicos en las unidades de salud mental. «De esta manera se podrían abordar estos problemas a través de terapia, en lugar de fármacos, lo que ha demostrado que es más económico para la administración».
Otro hecho que demuestra hasta qué punto los ciudadanos se han hecho dependientes de este tipo de fármacos es que entre los cinco medicamentos más dispensados en las farmacias de Alicante se ha colado en los últimos años el bromazepam, más conocido por su nombre comercial de Trankimazin, uno de los ansiolíticos más consumidos. Encabezan esta lista el metamizol (Nolotil), el ácido acetilsalicílico(Aspirina), el omeprazol y el paracetamol.