FUENTE: Cinco Días
El presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Pedro Jaén (Cádiz, 1957), cree que todavía falta mucho para poder decir que los españoles toman las precauciones adecuadas para cuidar su piel. Concienciar sobre el rol activo que debe asumir cada cual en la protección de su dermis es el objetivo de la Fundación Piel Sana, dependiente de la AEDV y cuyo plan de actuación se presenta hoy.
¿Cuidamos de la piel como deberíamos?
Tenemos un margen de mejora todavía muy grande. Es verdad que nos cuidamos mejor que hace años. Hasta que se interioriza la información y se traslada a los hábitos pasa un tiempo.
¿Qué hábitos habría que incorporar?
Lo más importante es evitar las quemaduras solares. Eso reduciría sensiblemente la incidencia del cáncer de piel. Sabemos también que la adolescencia es el momento en el que los jóvenes hacen menos caso a los consejos de sus padres, así que habría que insistir en mostrarles los peligros de despreocuparse del sol. Es muy importante también fomentar la autoexploración del cuerpo: si un lunar cambia o aparece uno nuevo hay que acudir al dermatólogo. Eso es fundamental.
Los médicos de varias especialidades se quejan de que los pacientes se automedican, y de que lo hacen mal. ¿Sucede también en la dermatología?
Es frecuente que la gente se automedique, principalmente porque la piel es muy accesible a los tratamientos tópicos. A menudo acuden al dermatólogo después de haberse aplicado alguna pomada. El peligro es que, a veces, esos tratamientos enmascaran los síntomas y complican el diagnóstico. Si una persona tiene hongos y se da un tratamiento antiinflamatorio, como por ejemplo un corticoide tópico, el hongo mejora la inflamación, pero luego se extiende. Ese es un problema que vemos frecuentemente. Por otra parte, aplicarse antiinflamatorios en la cara por algún problema como pueda ser un eccema también lo enmascara, facilita la aparición de dermatitis y dificulta la acción de corticoides.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes que sufrimos en la piel?
El acné es muy prevalente, y aunque a veces se menosprecia, afecta mucho a la calidad de vida de las personas. Sabemos que los adolescentes que lo padecen sufren más depresiones que el resto. Los problemas del pelo también son muy frecuentes, y eso causa ansiedad y depresión, sobre todo entre las mujeres. Eccemas, varices y psoriasis también son muy comunes.
Se acaba de celebrar en Viena el 25º Congreso Académico Europeo de Dermatología y Venereología. ¿Qué destacaría de cuanto se habló allí?
Es difícil destacar alguna ponencia sobre otras. En tratamientos, están apareciendo nuevos fármacos para las enfermedades inflamatorias de la piel. En cáncer de piel avanzado ya metastásico están llegando nuevas moléculas. También se ha avanzado en sistemas de detección precoz de cáncer, como es la microscopia confocal, la dermatoscopia digital, el manejo de imágenes de pacientes que permiten ayudar al diagnóstico de cáncer al dermatólogo. También ha habido importantes avances en la cirugía dermatológica.
La oncología es una de las especialidades por las que más fuertemente apuestan los laboratorios. ¿Se producen los mismos avances en el resto de enfermedades que tienen que ver con la piel?
Es cierto que se ha invertido mucho en oncología cutánea, pero también se ha progresado en enfermedades inflamatorias vinculadas al sistema inmune, como la psoriasis, el eccema o la urticaria.
¿Diría usted que la dermatología española tiene buen nivel?
Sí, está entre las mejores. Es muy completa, desde el diagnóstico hasta el tratamiento. La cirugía residente tiene el nivel más alto de los países de nuestro entorno, y la dermatológica también.